LECTURAS PARA ALUMNOS DE 5° GRADO

UN VIAJE A LA SELVA
BA

Era un lunes como todos. Iba con mi hermana en subte al colegio y de repente, chocamos muy fuertemente. No nos lastimamos porque todos nos agarramos de los asientos.
Al principio nadie quería bajar del subte. Teníamos miedo. Después de un rato bajamos a ver qué había sucedido. ¡Había chocado contra un árbol!

Salimos del vagón, subimos las escaleras para salir de la estación y nos encontramos en un lugar muy arbolado, con palmeras y muchas otras clases de plantas... ¡era una selva!
Asombrados, mi hermana y yo fuimos a recorrer el lugar. Vimos que no había salida. La selva era muy espesa y era parte de una isla en el medio del océano.

Nos dimos cuenta de que estábamos solos. Cuando parecía que no había más esperanza de que nos encontraran, inventé una balsa con cañas y unos remos de madera. Empezamos a navegar, pero a los cuarenta minutos de viaje perdimos uno de los remos. A la noche, una ola gigante se armó atrás nuestro y cayó encima de la balsa. Esta se rompió en mil pedacitos. En ese instante nos desmayamos.

Cuando despertamos, estábamos nuevamente en la selva. El mar nos había arrastrado hasta la orilla. Ca minamos un rato y encontramos detrás de una laguna y unas palmeras gigantes, una escalerita. Bajamos y para nuestra sorpresa, nos encontramos en una estación de subte. Subimos al tren subterráneo y en un ratito llegamos a la estación cercana al colegio. Corrimos hasta la escuela y cuando llegamos, la directora nos dijo:

- ¡Llegan tarde y todos sucios! ¡Ni que vinieran de la selva!

EL VIENTO Y LA FLOR
NA

Había una vez una flor
que del viento se enamoró.
Ella moría de amor
por su enorme y suave corazón.

El viento también se enamoró de ella,
pero su amor era dolor
porque cuando soplaba impulsivo,
dañaba los pétalos de color.

La solución la tuvo el sol:
hizo que el viento
soplara sin furor
y así alcanzara el amor.

Así se logró el amor
entre el viento y la flor.
De ese amor floreció un pimpollo
dándole gracias al sol.


LA TORTUGA DE PATAS LARGAS
MC

Había una vez una tortuga con patas muy largas. Ella quería ser lenta como su dios, el sol. Lo admiraba tanto que siempre buscaba parecerse a él. Le rogó al sol que la ayudara, pero él le dijo que no podía, que ella debía conseguirlo por sus propios medios y ganárselo.

La tortuga se puso a pensar y a pensar como podía hacer para ser lenta. Pensó en las hormigas, que son lentas porque tienen patas cortas. Así descubrió que si a ella se le acortaban las patas, sería lenta.

Con esta idea decidió ir a preguntarle a su amiga el águila si podía ayudarla. Ella le dijo que no tenía la pócima para acortar sus patas y hacerla caminar más lento pero sabía dónde conseguir los materiales. La tortuga era quien debía ir a buscarlos. Le dijo que no sería nada fácil encontrar los siguientes ingredientes: una hoja tan larga como sus patas, una garra de lobo, un huevo de dragón, los cuernos de un búfalo y lo más difícil de todo, un colmillo de león.

La tortuga partió a la mañana siguiente, apenas salió el sol. Lo primero que se le presentó fue la hoja que estaba en la copa del árbol más grande del bosque. Ella empezó a trepar y trepar, pero por la altura cada vez se mareaba más. Hasta que logró llegar a la hoja. Como estaba parada en una rama muy finita, ésta se quebró. La tortuga empezó a caer y a caer, hasta que se le ocurrió una idea, usar la hoja como paracaídas. Así lo hizo y salió ilesa.

Lo segundo que se le presentó fue un nido de huevos de dragón. Como no tomó las precauciones necesarias, el dragón se venía encima de ella. Empezó a correr con todas sus fuerzas, hasta que lo perdió de vista.

Lo tercero que salió a buscar fue un búfalo muerto. Al encontrarlo, le llevó mucho trabajo separar los cuernos de la carne putrefacta pero al final lo logró y siguió con su camino.

Caminando por el bosque, se encontró con un lobo. La tortuga tuvo que pelear con el temible animal. La pelea la dejó bastante lastimada. Empezó a tirarle piedras, el lobo enfureció y saltó sobre ella. La tortuga se tiró encima, golpeándolo fuertemente con su caparazón, dejándolo inconsciente. Entonces aprovechó la ocasión, le sacó las garras y se fue corriendo lo más rápido que pudo.

Por último se le presentó un león, este no era cualquier león. Era un animal bondadoso. La tortuga le contó su gran aventura y le pidió los colmillos. Éste enternecido con la historia, se los dio.

Una semana después, ella apareció ante el águila con los ingredientes atados en su caparazón. El brujo preparó la pócima, la tortuga la bebió y empezó a hacerse cada vez más petisa, hasta que sus patas fueron cortísimas.

La tortuga le agradeció al águila y se fue feliz. Así fue como sobre sus hijos, nietos y tataranietos el hechizo también tuvo efecto. Por esta razón, hoy en día las tortugas caminan lento.

JUAN, PEDRO Y SUS AMIGOS
JBBC

Juan era un chico de diez años al que le gustaba ir al museo. Un día decidió invitar a su mejor amigo que se llamaba Pedro, para que lo acompañara a ver los cuadros.

Apenas entraron, Juan le mostró un cuadro de Portinari que le gustaba mucho: “Fútbol”. Una vez frente al cuadro, le sacaron una foto y un instante después, sin saber cómo, aparecieron dentro del cuadro.

Ellos se preguntaban extrañados qué hacían allí. Después de pensar un poquito dijeron:

- Ya que estamos aquí, juguemos un rato al fútbol.

Estaban muy entretenidos jugando cuando Pedro recordó a su mamá. Pensó que debía estar muy preocupada en el museo y que ya era hora de regresar de alguna manera. Le preguntó a un chico la hora. En el cuadro habían pasado dos horas, pero afuera, en el museo ya habían pasado... ¡dos días!

Los padres de Juan y Pedro estaban muy preocupados.

Habían ido al museo varias veces a buscarlos. En un momento se pararon frente a la obra de Portinari porque algo les llamó la atención: Juan y su amigo estaban “pintados” en el cuadro jugando alegremente.

EL CIENTÍFICO LOCO
MC

En nuestro barrio hay una casa abandonada. Es una casa vieja. Allí no vive nadie desde hace muchísimos años. Varios vecinos creemos que ahí vive un monstruo al que cada uno imagina de manera diferente.

Dicen que a los integrantes de la familia que vivía en esa casa, los convirtieron en ranas, otros dicen que en mosquitos y también dicen que los convirtieron en babosas. Pero toda la gente cree que la familia, sea lo que sea, sigue viviendo en la casa.

Todo el barrio se reunió para hacer un plan y descubrir quién estaba adentro de la enorme casa. Iván, Santi, Gonza, Joaco, Nico, Facu y yo nos animamos y fuimos a investigar.

Entramos a la casa. Era enorme. Empezamos a caminar y a caminar. Los techos estaban llenos de telas de arañas. De repente escuchamos unos pasos y salimos corriendo a ciegas, por eso nos caímos por unas escaleras. El lugar donde caímos era parecido a un laboratorio, estaba lleno de experimentos.
Escuchamos nuevamente esos pasos fuertes, y lo que creíamos un monstruo nos empezó a perseguir por toda la casa.

Salimos corriendo hacia afuera y el monstruo cerró la puerta.

Todos volvimos a nuestros hogares.

Al día siguiente, otra vez quisimos visitar la casa para investigar. Entramos al laboratorio y encontramos a un científico. Estaba haciendo un “monstruo” de metal súper duro. El hombre se dio vuelta y nos vio. En consecuencia salimos corriendo y nos escondimos en un placard, el científico loco no se dio cuenta. En ese instante Nico salió del ropero y el científico se lo llevó. Nosotros huimos y volvimos a nuestras casas.

Nuestros papás no nos dejaban volver a la casa abandonada, por eso, con Iván, Gonza y Santi nos escapamos y fuimos a lo del científico loco a salvar a nuestro amigo. Entramos por un pasadizo que iba directo al laboratorio. Ahí estaba Nico y el científico que lo quería convertir en rana. Corrimos a rescatarlo y evitamos que esto sucediera, pero el científico continúa en la casa así que nunca más quisimos regresar.


LOS CHICOS DEL PATIO
EJC

Había una vez un chico, Juan, al que le gustaban el fútbol y las pinturas de arte. Una vez fue a un museo y observó un cuadro sobre el fútbol. Mientras lo miraba comenzó a sentir que los ojos se le entrecerraban. De pie se quedó dormido y de pie, despertó en otro lugar. Miró hacia los costados y descubrió los bordes del marco. ¡Estaba atrapado en el cuadro! Más allá vio a unos chicos pateando una pelota pero con la cara tan triste.

Oyó que uno de los chicos preguntaba preocupado:

-¿Cómo podemos jugar si somos diez jugadores?

-¿Puedo jugar?- preguntó Juan.

- Bueno- gritaron todos a coro, felices.

Jugaron el partido y cuando terminaron, se saludaron. Cada uno de los chicos regresó a su casa, pero Juan no supo dónde ir. En ese momento miró hacia todos lados y de dio cuenta de que estaba solo.

De repente, alguien le tendió una mano. Enseguida la reconoció, era la de su mamá que había entrado con él al museo. Con fuerza lo sacó de allí.

Mientras de regreso a su hogar Juan le contaba su aventura, vio en un patio, grande y verde, al fondo de una casa, a unos chicos jugando al fútbol. Eran los mismos chicos del cuadro, esta vez, parecían felices.

LA SELVA MISTERIOSA
JSFC

Había una vez tres chicos que se llamaban Eric, Rafael y Bautista. Ellos vivían en Argentina y querían ir a visitar al abuelo Jorge que vivía en Estados Unidos.

En el aire, cuando pasaban por arriba del Triángulo de las Bermudas, empezaron a sentir fuertes turbulencias y de repente, aparecieron en una selva. Allí había mucha gente que aparentaba ir a trabajar y también chicos de diferentes edades que caminaban hacia el colegio. Ellos no sabían por qué estaban ahí, ni como habían llegado, ni qué era ese lugar. Pero todos estaban muy asustados, en especial los chicos porque no tenían ningún pariente cerca.

Todos ellos decidieron reunir un consejo para ir a explorar la selva. Al rato descubrieron que era rica en vegetación y animales. Sería una zona de lluvias abundantes y mucho calor. Tendrían lo necesario para sobrevivir. Entonces, armaron chozas para pasar la primera noche. Durante esa noche, hubo una feroz tormenta que casi vuela el refugio.

Luego de unos días y de varios intentos, descubrieron que cualquier forma de escapar era imposible, ya que no sabían dónde terminaba la selva y tampoco sabían qué había más allá. Por lo tanto, no les quedaba otra opción que hacer una colonia y quedarse allí para siempre.

LA CANOA Y EL RÍO
AG

Esta es la historia de amor
entre una sencilla canoa
y un brillante río.
Los dos estaban muy enamorados
pero desafortunadamente los separaron.

Ella rondaba las orillas
para encontrarlo
porque lo extrañaba.
y quería abrazarlo.

Él lloraba de emoción
y sus lágrimas eran olas
que abrazaban con espuma
a la canoa, su amor.

Pero una mañana al despertar,
la canoa no estaba más.
El río desesperado enloqueció
y a todos los botes hundió.


UNA CASA CON RUIDOS RAROS
GGB

Había una vez, en un barrio, una casa que estaba abandonada. Era enorme y muy vieja. La habían construido en 1888 y la gente creía que la habitaban unos fantasmas. Los vecinos estaban cansados de los ruidos que provenían de allí.

Luego de un tiempo de escuchar tantos gritos, los vecinos decidieron entrar a la casa. Al ingresar vieron algo que se movía, no sabían qué hacer. De repente entró a la casa el fortachón del barrio, Fernando. Traía su escopeta y le tiró un tiro al fantasma. Él se asustó, pero la bala lo traspasó. Al ver esto, el fortachón y los vecinos muertos de miedo se fueron derechito a sus casas.

Luego de unas horas, Fer y los vecinos volvieron a la casa todos armados con metralletas y rifles. Pero luego de otro ataque, al fantasma de nuevo no le pasó nada y todos salieron corriendo desesperados.

Esta vez Fer, como era muy valiente, decidió ir a hablar con el fantasma.

- ¿Por qué gritás y asustás a las personas? – le preguntó Fer.

- Porque me siento solo y me muero de hambre cuando veo que todos comen juntos. Además me molesta la luz del sol. Yo estoy acostumbrado a la oscuridad- respondió el fantasma.

Angustiado por la mala suerte del fantasma, Fer se fue a su casa y armó una súper máquina para transformarlo en un niño. Una vez terminada, colocó al fantasma en la cámara y probó su invento. El fantasma se volvió un niño. Fernando lo adoptó y de nombre le puso Fermín. Los dos vivieron muy felices en la “casa abandonada”.

LA BESTIA Y LOS VECINOS DE LA CUADRA
FGF

En el pueblo había una casa abandonada. Desde hace muchísimos años que no vivía nadie, aunque los vecinos creían que allí habitaba un monstruo tenebroso. Todos los días se oía un ruido diferente que provenía de allí, que asustaba y molestaba al vecindario entero.

Una vez Jorge, el vecino de al lado de la casa, se cansó. Tenía muchas ganas de enfrentarse con la bestia, pero solo no se animaba. A la tardecita, se reunieron todos los de la cuadra, y decidieron ayudarlo a cazar al monstruo.

Fueron a comprar las armas y para estrenarlas practicaron tiro al blanco. Después de cuatro horas en acción, Jorge volvió a su casita agotado, pero no pudo dormir por los molestos ruidos que venían de la casa abandonada.

A la mañana el valiente hombre fue a trabajar al campo llevando y trayendo cargada la carretilla. Luego de ocho horas de trabajo, volvió a su casa muy cansado y nuevamente no pudo dormir.

Finalmente fueron a cazar a la bestia. Jorge dio vueltas por la casa, y en un cuarto la encontró. Al hombre le dio tanta pena su cara que no la quiso matar. Los vecinos le preguntaron por qué hacía tanto ruido y la bestia con señas les explicó que estaba practicando para poder hablar con los humanos.

A partir de ese día se hicieron amigos y durante las noches no hubo ni un poquito de ruido porque la bestia aprendió a hablar con la ayuda de todos los vecinos.

EN BUSCA DE LA POCIÓN
JFH

Hace muchos años, vivía una tortuga con patas muy, muy largas. Un día decidió que quería caminar lento como su dios el sol. Entonces, la tortuga, le pidió que le enseñara a moverse lentamente como él, pero el sol no accedió a su pedido y le dijo que nadie podía ser como él. La tortuga muy desilusionada por lo que le había dicho el dios, decidió ir a buscar a un zorrillo sabio para que la aconsejara.

Al día siguiente encontró al animalito que tenía fama de sabio. La tortuga le explicó su deseo y éste se lo concedió dándole una poción mágica. Al llegar a su casa la tortuga se recostó a dormir.

Cuando amaneció, se despertó con la esperanza de poder caminar lentamente como el sol. Para su sorpresa, notó que caminaba inclinada. Fue hasta un lago con mucha dificultad y al ver su reflejo en el agua descubrió que dos de sus patas eran largas y las otras dos, cortas. El animalito no sabía qué le sucedía, entonces, fue a buscar al zorrillo que vivía en la otra punta del bosque.

La tortuga, caminaba torpemente y se tropezaba constantemente porque se enredaba con las patas. Además, el caparazón, al estar inclinado le pesaba aún más. Al atardecer llegó a la casa del zorrillo por segunda vez. El sabio se puso a llorar cuando vio a la tortuga y esta, sin ánimo de ofenderlo, le peguntó humildemente:

- ¿Qué te pasa mi curandero?

- Es que no te has dado cuenta- dijo angustiado el zorrillo- por mi culpa has quedado así.

- No te preocupes, no es tu culpa - intentó calmarlo la tortuga-. Yo tampoco distinguiría tantas pociones, además esto debe tener solución.

- Sí, vamos juntos a buscar la solución- contestó el hechicero.

Al día siguiente fueron a un lugar muy lejano donde había un árbol muy grande. La tortuga estaba muy cansada porque con sus patas, largas y cortas le costaba caminar. Finalmente llegaron después de un largo viaje y la tortuga comió una fruta del árbol.

- ¿Viste que todo se puede solucionar?- dijo el hechicero.

- Sí, mis patas ahora son cortas y seré siempre lenta como el Sol.

- Perdón otra vez por lo sucedido.

Y la tortuga, sin rencores, se fue muy feliz.


UNA ORQUESTA TÍPICA
PI

Peter, un chico de cinco años, quería ir al museo. El abuelo y el papá también querían, pero la mamá y la abuela tenían sueño, así que no los acompañaron.

Cuando llegaron, el papá y el abuelo vieron un cuadro muy interesante, pero a Meter le llamó la atención otro: “La orquesta típica” de Berni. Sin darse cuenta, se separaron. El papá y el abuelo estaban tan distraídos con el cuadro que ni lo fueron a buscar.

Peter se acercó más al cuadro. Sin querer lo tocó y entró en él. En el interior del cuadro escuchó música, caminó un poco y se encontró con una orquesta típica.

El niño saludó a los músicos y ellos a él. Éstos le dieron un instrumento y tocaron un montón de tiempo, luego el chico preguntó la hora y le dijeron que iban a ser las cinco. Al saber la hora, los saludó y se fue.

En ese momento, el papá y el abuelo se acordaron de él y lo buscaron por todo el museo. Al pasar cerca de una columna, apareció. El papá y el abuelo se sorprendieron y se dieron los tres un fuerte abrazo. Cuando se estaban yendo del museo escucharon música. Peter reconoció la orquesta, pero el papá y el abuelo se preguntaron de dónde venía esa música tan especial.

Desde ese entonces, cuando Peter se va del museo, sus amigos de la orquesta lo saludan tocando música en su honor y guiñándole el ojo.


EL GIGANTE QUE ENCONTRÓ LA AMISTAD
FMI

En el medio de las montañas, en un castillo lujoso y escondido entre los árboles, vivía Martdog. Él era un gigante alto como una casa y tenía la fuerza para mover una montaña. Su cara era monstruosa y al verlo, todos corrían en busca de ayuda. La gente corriente no quería tenerlo como amigo por miedo a que los dañara. Lo que no sabía era que él no podía matar ni a un mosquito. Era el gigante más querido de todos los gigantes.

Martdog se sentía solo. Era el único gigante que vivía entre las montañas y no tenía con quien jugar. Lo único que deseaba era ser pequeño y no asustar a la gente, para así poder tener amigos.

Una noche estrellada, antes de irse a dormir, Martdog escuchó un extraño ruido. Salió de su castillo a ver qué ocurría. Siguiendo ese sonido, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí se perdió entre los árboles y de pronto descubrió un hada con un ala quebrada y dormida, que era como una bella flor. Él no podía creer la belleza que veía. Decidió llevarla a su castillo y ponerla a salvo de lo que fuera que le hubiera sucedido.

Cuando ya estaban en el castillo el hada despertó. En ese momento, con los ojos bien abiertos y segura de no estar soñando, pegó un alarido estruendoso al ver el castillo y por supuesto al gigante.

Martdog trató de tranquilizarla y le explicó que la había sanado. El hada se calmó. Luego de pensarlo un ratito decidió concederle un deseo por su ayuda. Martdog sonrió y enseguida deseó ser un niño.

El hada dijo:

- Pequeñitus niñitus convertirus en un niñitus.

De repente la casa se llenó de luz, el gigante sintió que sus manos y su cuerpo se hacían más pequeños. Así fue como el gigante solitario se convirtió en un niño divertido.

Martdog estaba muy feliz, nunca había tenido esa sensación de felicidad y eso era algo que iba a disfrutar. Agradeció al hada y salió corriendo a hacerse de amigos. Estaba muy ilusionado con su nueva vida. Ahora podía jugar, trepar a los árboles del bosque, y lo más importante, estar con otros niños.

Durante tres meses fue niño, pero el hechizo acabó. De golpe, el niño feliz pasó a ser el gigante nuevamente. Martdog se sintió muy triste, ya no tendría amigos y no podría jugar.
Pero un chico llamado Juan, que había sido su amigo durante esos tres meses, no dejó que el tamaño del cuerpo de Martdog rompiera su amistad. Grande o chiquito, él lo quería igual. Entonces invitó al gigante a hablar y así fue como jugaron todo el día.

Juan les explicó a sus amigos que Martdog era bueno y desde ese momento el gigante pudo cumplir su sueño: tener fiestas, grandes comilonas y fuegos artificiales, y sobre todo, tener con quien compartirlos.

EL GIGANTE ENAMORADO
HBI

En un inmenso y lujoso castillo, escondido entre los altísimos pinos de un bosque rodeado de montañas, vivía Turus, el gigante solitario. Turus tenía cara de tan pero tan bueno, que era imposible, salvo que uno le tuviera terror a las alturas, tenerle miedo. Sin embargo, la gente común, los pequeños, como él los llamaba, no querían acercarse a su castillo, acostumbrados a las leyendas que hablaban de los gigantes come –niños, los gigantes feroces y malhumorados. Y Turus sufría.

Él era muy sociable y quería que su castillo estuviese lleno de gente, de música y de ruido porque amaba las fiestas y los fuegos artificiales, pero no en soledad.

Un día, antes de irse a dormir, Turus escuchó una extraña canción. Siguiendo la voz, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí oyó llorar a una rana gigante con voz de mujer y ojos hermosos, pero tristes. Era preciosa. Tenía ojos saltones y un color verde esmeralda en el cuerpo. Al ver a la hermosa rana, Turus sintió que su corazón estallaba de alegría. Se había enamorado.

Estremecido, llevó a Doña Cachita, así se llamaba la rana, a su castillo. Al cabo de una hora, la rana ya no se sentía triste y entonces, Turus le preguntó qué le había sucedido. Ella le contó que un par de trolls habían secuestrado a su hijo Mackie. Ellos querían que su hijo trabajase para ellos como esclavo.

El gigante al oír esto enmudeció, pero a los pocos minutos le dijo a la rana que la iba a ayudar a rescatar a su Mackie. Ella, muy contenta, comenzó a dar altos saltos. Unos diminutos trolls contra un gigante seguramente serían vencidos.

Al día siguiente partieron rumbo a la aldea de los trolls. Al llegar allí, se encontraron con una gran poblado de casas de madera y cercado por anchas barreras. Los trolls eran chiquitos y sus dientes eran afilados. Cada vez que iban a un lugar, el clima se ponía feo y comenzaba a llover. Había dos trolls cubriendo la entrada a la aldea con una barrera. Pero ésta era muy baja para el gigante, por lo tanto la entrada fue muy fácil.

El gigante a medida que avanzaba, derrotaba a todos los trolls que lo atacaban. Llegaron al trono del rey y luego de hablar con él, el gigante les propuso unos minutos de su trabajo a cambio de la libertad de Mackie.

El rey aceptó enseguida y el hijo de la rana fue liberado. Doña Cachita estaba muy agradecida y el gigante enamorado le propuso matrimonio. La rana aceptó y luego de darse un beso, Doña Cachita y Mackie se convirtieron en gigantes y pudieron vivir muy felices. Turus nunca más se sintió solo.

EL TRIÁNGULO MISTERIOSO
IL

Dos niños, llamados Virginia y Esteban, vivían en la ciudad de Buenos Aires. Virginia tenía trece años y su hermano quince. Siempre querían ir a visitar a su abuelo que vivía en el Caribe. Su mamá no los podía acompañar porque tenía mucho trabajo y no los dejaría viajar solos, por una cuestión de seguridad, hasta que tuvieran catorce y dieciséis años.

Pasados esos dos años, los chicos quisieron viajar, pero su mamá les dijo que si no aprobaban todos los bimestres y todas las materias, no iban a poder hacerlo. Virginia era bastante buena, pero Esteban no estudiaba ni en el colegio, ni en su casa. Aunque si era por ir a lo de su abuelo haría cualquier cosa.

Al finalizar el año, Virginia había obtenido muy buenas notas y Esteban aprobó con siete. Ellos estaban contentos porque iban a poder viajar a ver a su abuelo. Ese mismo día, los chicos hicieron sus bolsos. A la mañana siguiente despidieron a su mamá y partieron rumbo al Caribe. Después de los trámites y acarrear los bolsos pudieron subir al avión.

En el avión, la comida era muy fea. Después de muchas horas, los chicos observaron que pasarían cerca del Triángulo de las Bermudas, y al pasar por ahí... misteriosamente... ¡Aparecieron en una selva!

Al encontrarse allí, se sintieron muy angustiados. Estaban asustados por las personas raras y los animales salvajes que veían. Comenzaron a recorrer la selva y encontraron un grupo de inspectores. Virginia les preguntó si los podían ayudar. Uno de ellos le respondió que fueran con el pirata Morgan. El pirata era alto, con dientes amarillos, una pata de palo y un parche. Les contó que la única forma de escapar de la isla era en un barco que él había construido, pero cuando quiso salir era época de lluvias y no lo consiguió. Para ayudarlos les entregó un mapa que señalaba una cascada misteriosa que los ayudaría a salir de la isla.

Luego de dos semanas, construyendo un bote, los chicos estaban listos para partir.

Subieron al bote y navegaron por un río. A lo lejos vieron la cascada, la atravesaron y aparecieron en la casa del abuelo sentados en el jardín tomando jugo. Los chicos estaban confundidos. De pronto Esteban metió la mano en el bolsillo del pantalón y encontró un papelito... ¡era el mapa del pirata Morgan!

EL LENGUAJ E DEL AMOR
JL

Esta es la historia del viento
que un día de primavera
a una planta florecida
le propuso casamiento.

Así se enamoraron
en un campo encantado,
el viento la abrazaba
y la flor alegre estaba.

No podían dialogar,
los dos enamorados.
El viento hablaba italiano
y la planta, castellano.

Un día el viento le enseñó
un poco de italiano.
A la planta le gustó el idioma
y al fin ellos conversaron.

Esta fue la historia
del viento y la planta florecida,
que al fin se casaron
en un campo encantado.

UN SOLDADO EN EL MUSEO
PAL

Juan, un chico de once años, iba caminando hacia su casa. En el camino, una señora le dio un folleto del Museo de Bellas Artes, lo tomó y siguió caminando. Llegó, puso el papel sobre la mesa y fue a ver la tele. Cuando la mamá lo vio se le ocurrió que sería lindo ir en familia.

El sábado sin muchas ganas porque le parecía aburrido, Juan y sus hermanos, fueron con su mamá a ver una exposición de pinturas de Cándido López. Llegaron al museo, pagaron las entradas y cada uno se fue por su lado. Juan entró en una sala donde se exhibían cuadros del ejército argentino. Eran todos muy parecidos. Sin embargo, uno de ellos le llamó especialmente la atención pero no se daba cuenta por qué. Lo miró de un lado a otro y de arriba hacia abajo. De pronto sintió que se mareaba y se desmayó.

Los soldados le gritaban: - ¡Levántate que nos atacan!-

Él se despertó confundido, no entendía qué pasaba, por qué tenía ese uniforme y por qué portaba un arma. De repente comprendió que estaba dentro del cuadro y que si no luchaba moriría. Tomó su arma y peleó como un soldado más. Tuvo suerte de que no lo hirieran, pero muchos de sus compañeros cayeron durante la batalla. Cuando los enemigos huyeron porque los superaban en número y en armamento, Juan fue a brindar su ayuda a los caídos. Ante el grito desesperado de uno de ellos corrió y se tropezó con una rama, su cabeza golpeó contra un tronco y se desmayó.

Desde lejos, Juan escuchaba a su hermano diciéndole que se despertara. Finalmente logró hacerlo y le preguntaron qué le había pasado que estaba todo embarrado y con un chichón en la cabeza. Él no respondió, lo iban a tomar por loco, pero estaba seguro de que había entrado al cuadro y había luchado con esos soldados.


EL NIÑO DE LA IMAGINACIÓN
IMV

Omar sale de su casa rumbo a la escuela, camina dos cuadras y se toma el colectivo, como cada día del año. Osvaldo, el conductor, lo saluda y Omar, caprichoso, le dice que odia ir al colegio

Al llegar a la escuela, entra y sorprendido se da cuenta de que no hay nadie, aunque escucha las voces de los chicos y los docentes. El niño, confundido, ingresa en las aulas, pero no ve a nadie. Entonces sale desesperado del colegio y le pide ayuda al gentil florista de la esquina.

Casi sin aliento, le dice que escucha pero no ve a las personas que están en la escuela. El florista piensa que es un chiste y no le presta atención. Omar seriamente le repite lo que está sucediendo y ésta vez sí le cree.

Nuevamente entra y no ve nadie. El florista le dice que probablemente sea su imaginación y que él tiene que desear intensamente ver a sus compañeros. El niño le hace caso al florista y pide profundamente verlos. De pronto aparecen todos.

El florista tiene razón, piensa Omar. Se tranquiliza y recuerda la expresión de deseo que había formulado en el colectivo. Asoció la desaparición a la fortaleza de su deseo.

Así, Omar descubre que tiene poderes y vuelve a su clase confundido, pero nota que nadie percibe nada raro.

En la clase de música, sus amigos cantan desafinados, y él, luego de un día tan agitado, con dolor de cabeza, desea profundamente callarlos. De repente todos sus compañeros pierden la voz. Mueven sus labios, pero nada se oye.

Luego de la clase de música, Omar se dirige a matemática. Al terminar la hora, su maestra, le entrega la prueba de divisores y múltiplos. Sorprendido ve la calificación: cuatro.

Preocupado y con miedo de llevarse la materia y que su mamá lo rete, aprovecha nuevamente de su nuevo poder. Cierra concentrado los ojos y pide que su nota se convierta en un diez. Su deseo se hace realidad, un enorme diez aparece en su hoja.

Al día siguiente, cuando despierta, pide que el colegio desaparezca. Al llegar a la escuela, Omar, descubre que su pedido no se ha cumplido. Sus poderes son efectivos nada más una vez en la vida. Él se siente sorprendido de haber perdido sus poderes, pero también triste, ya no podría sacarse más diez. De ahora en más tendría que estudiar e ir al colegio como los demás chicos.

BUSCANDO SU FLOR
TM

En una primavera del 96
el tibio viento susurraba
y la dulce melodía de los pájaros
en el campo se escuchaba.

Esa mañana soleada
el viento allí se encontraba
buscando a su flor
que por ahí estaba.

El viento por fin la encontró
debajo de un tronco,
donde ella se había escondido
y al hallarla, él sonrió.

LA BESTIA FANTÁSTICA
SMT

En un barrio había una casa muy vieja, enorme, que parecía abandonada. A la noche todos tenían miedo porque se sentían fuertes gritos que provenían de allí. Parecían graznidos

Una noche se reunieron todos los vecinos frente a la casa abandonada para hablar sobre este tema y encontrar una solución. Como el alcalde del pueblo no se presentó en esa oportunidad, todos estaban indignados.

De pronto, una bestia salió volando por la chimenea y de su bello y brillante pico, colorado como el fuego, cayó un hermoso anillo. Los vecinos, sin embargo, decidieron entrar a la tenebrosa casa.

Finalmente, uno de los vecinos encontró el cadáver del alcalde del pueblo en el medio de la sala. La gente pudo entender por qué el alcalde esa noche no se había presentado y también por qué el ave gritaba así. Reclamaba el anillo con rubíes que este llevaba en su dedo.

EL ROMANCE DE LA CANOA
JO

Había una vez
una angosta canoa
enamorada de un verde río
que con sus caricias le quitaba el frío.

En el segundo encuentro
él le propuso casamiento,
ella contenta aceptó
pero no sabían qué diría el pescador.

Los dos alegres festejaron
con algas y pescados,
hasta que llegó el pescador
y a los dos los separaron.

Pero al atardecer se reunieron,
y así fue como el verde río
y la canoa blanca
nunca se volvieron a separar.


EL AMOR EN CUATRO HOJAS
PEP

En un inmenso y lujoso castillo, escondido entre los altísimos pinos de un bosque rodeado de montañas, vivía Martdog, el gigante solitario. Era imposible temerle, salvo que uno le tuviera terror a las alturas. Sin embargo, los aldeanos no querían acercarse a su castillo y él sufría por eso.

Una día, antes de irse a dormir, Martdog escuchó una extraña canción. Siguiendo la voz, cruzó el jardín de su casa y entró en el bosque. Allí oyó llorar a una rana gigante con voz de mujer y ojos hermosos pero tristes. Entonces Martdog le preguntó:

-¿Por qué lloras?

- Lloro porque una malvada y envidiosa bruja oscura al ver mi belleza, me hechizó. Y también rompió mi trébol esmeralda de cuatro hojas, y si no lo recupero seré rana para siempre y por siempre.

Martdog la calmó y le preguntó dónde estaban las piezas del trébol. Ella le dijo:

- Están en la Montaña Dragón, la aldea de los elfos y en el castillo de la bruja.

Entonces el gigante replicó:

- Pero esos son tres lugares y la última pieza ¿dónde está?

- La tengo yo - respondió la rana.

Martdog decidió ayudarla, de esa forma demostraría que no solamente parecía bueno, sino que realmente lo era. El gigante se despidió y salió a buscar las piezas.

La primera estaba en la Montaña Dragón, donde hay millones de clases de dragones. de todos los colores, de los que escupen fuego, agua y aire. Algunos son fuertes, otros son débiles y no todos son malos. Incluso hay dragones buenos que quieren a los humanos.

De pronto Martdog, vio un dragón celeste atrapado en las rocas. El gigante lo miró atentamente y en un instante descubrió a quién estaba observando. ¡Era el rey de los dragones!

-¡Auxilio! ¡Ayuda!-grito el dragón.

Martdog, que era tan bueno, decidió ayudarlo. Después de empujar las rocas y liberar al rey, este en agradecimiento le entregó la segunda pieza del trébol y le prometió al gigante que lo acompañaría en busca de la siguiente hoja. Martdog por supuesto que aceptó y los dos se fueron caminando.

Más tarde llegaron a la aldea de los elfos, el gigante les pidió la tercera pieza de la hierba mágica. Pero los valientes elfos, aceptaron con una condición: a cambio debían entregarles una gota del agua sagrada. El rey dragón sabía dónde conseguirla, pero el único problema era que estaba protegida por Unagui, una serpiente marina gigante.

Entonces el gigante y el dragón fueron donde estaba la gran serpiente. Al llegar allí, Martdog logró distraer a Unagui mientras el rey dragón tomaba la gota de agua sagrada. Volvieron a la aldea y los elfos intercambiaron la tercera pieza del trébol por la gota. Antes de partir, un pequeño elfo llamado Gorley quiso acompañarlos. El gigante aceptó su compañía. Estaba muy feliz de tener dos amigos y compañeros de aventura.

Finalmente llegaron al Valle de la Muerte, donde se encontraba el castillo de la bruja negra. La malvada hechicera los retó a un combate y les arrojó un hechizo. Entonces Martdog sacó un espejo de su bolsillo y ¡Poof! La bruja se convirtió en cuervo.

Luego, el gigante y sus amigos regresaron con la rana, unieron las cuatro piezas del trébol esmeralda y mágicamente el anfibio se transformó en una hermosa gigante.

Y esta es la historia de Martdog, que terminó casándose y teniendo dos geniales amigos, y en su castillo hubo fiesta, música, fuegos artificiales y una gran alegría compartida.

AMOR ENTRE LA CANOA Y EL RÍO
BS

El pescador no amarró
la canoa amada.
ella se soltó y navegó
hasta el río que la adoraba.

El río su remo escuchó
y a ella ligero se dirigió.
De repente la canoa sintió,
los labios tibios de su amor.

Las arpas de sus corazones sonaron
por el amor verdadero
que renacía esa mañana
y sería un amor eterno.

Ella allí se quedó
flotando en su caudaloso río,
nadie más la volvió a ver
porque en las aguas se disolvió.


DESAPARICIÓN EN UN AVIÓN
CMB

Había una vez unos niños que deseaban ir a visitar a sus abuelos. Su vuelo salía a las 13.30 hs. y su vuelo era el número veinticuatro.

Cuando pasaron por el Triángulo de las Bermudas el avión misteriosamente se desvaneció y los chicos aparecieron en la selva. Allí había mucha vegetación de color verde brillante, como el pasto recién cortado. Vieron lagos, árboles altísimos, donde podían vivir animales peligrosos. En la selva había demasiados insectos. Los chicos estaban locamente atemorizados.

Al atardecer ya se habían tranquilizado.

- ¡¿Cómo vamos a alimentarnos?!- se preguntaron al mismo tiempo.

-Y... ¡¿Dónde dormiremos?!- dijo uno de ellos.

- No lo sé, estoy asustado- respondió el otro.

A las 10.45 hs. hicieron un fueguito, muertos de frío. Luego se quedaron dormidos en la arena. A la mañana siguiente se encontraron con un abogado, un payaso y un mago, entre otros personajes que también vivían allí. Los chicos les preguntaron qué había sucedido, cómo habían llegado todos a la selva. El abogado se adelantó y dijo que se llamaba Pedro, el mago Pepe y finalmente se presentó el payaso Ramiro.

Todos se hicieron amigos y comenzaron a organizar un plan para salir de la selva. Debían construir un barco con los troncos que había allí. La embarcación tenía que medir cinco metros de largo y tres metros de ancho para que entraran todos. Intentaron hacerlo varias veces pero este plan no sirvió. El mago rendido y muerto de hambre se fue a buscar comida.

Pepe iba caminando por la selva cuando de pronto se cayó en un pozo oscuro y tenebroso. En las paredes había arañas de color naranja y negro. Estaba muy asustado, cerró los ojos para no verlas más y cuando los volvió a abrir estaba en el aeropuerto de Buenos Aires.

En la selva se preocuparon porque no encontraban al mago. Una de las personas halló huellas que los guiaron hasta el pozo. Al verlo imaginaron que Pepe estaría allí. Con un palo intentaron averiguar su profundidad metiendo ramas larguísimas pero no lograron tocar el fondo. Luego trataron de iluminarlo, pero no veían nada. Acamparon alrededor del enorme agujero para pasar la noche, esperando a Pepe.

A la mañana escucharon unos ruidos muy lejanos que provenían del pozo. ¡Unos minutos después, Pepe y un grupo de rescatistas salían del pozo para salvarlos!

REENCUENTRO DE ENAMORADOS
MMCB

Cuentan que una vez,
la canoa y el río,
esos dos enamorados,
se volvieron a ver.
Ella le dijo al río:
- Mañana te veré a las tres.
Él se arregló
para verla ese día
pero la canoa no lo fue a ver.
Sollozando se fue a dormir
y vio que alguien estaba ahí.
¿Será mi amada?-se cuestionó.
No lo creo, pero tal vez...- pensó.
¡Soy yo! – ella gritó
y por suerte el río la reconoció.
La miró de cerca y lagrimeó.
Nunca me volveré a ir, lo juro-
la canoa le prometió.


EL DISFRAZ DE COYÁN
CIC

Una mañana en un bosque lejano, un zorrino llamado Coyán fue invitado a una de las más famosas fiestas de disfraces, que se festejaba en un árbol altísimo. La fiesta era de la zorra, que celebraba sus cincuenta años. Ella había invitado al zorro, a la liebre, al conejo con sus conejitos, a la ardilla, el ciervo y el oso. El zorrino se entusiasmó, pero no sabía qué ponerse.
Coyán estaba tan preocupado que se sentó en una planta a pensar qué iba a lucir esa noche. El pigmento de ésta le tiñó una franja blanca en su lomo, pero él no lo notó.

A la noche, en la fiesta, no supo identificar a ninguno de sus amigos porque estaban muy bien disfrazados: el zorro se había puesto un disfraz de oso, la liebre estaba luciendo un suave traje de laucha, el conejo con sus conejitos se habían disfrazado de una colorinche y saltarina serpiente, la ardilla estaba usando un traje de caracol, el ciervo se disfrazó de un resbaladizo pescado y el oso de un simpático pajarito. La estrella de la fiesta se había puesto un traje de conejo.

En la mesa, para comer, había tortas de plantas, ensaladas de fruta, agua, algunos insectos y bombones de flores. Había música a todo volumen y todos bailaban alegremente. Coyán se entristeció porque no tenía ningún disfraz, pero sus amigos al verlo no lo reconocieron y empezaron a preguntarle quién era.

El zorrino se sorprendió:

- ¡Soy Coyán!- dijo.

El conejo lo felicitó por su disfraz pero, Coyán no entendía nada, porque él sabía que no tenía ningún traje. El oso le comentó que tenía una mancha blanca en su lomo. El zorrino no le creyó, por lo tanto sus amigos lo llevaron a una laguna para que se reflejara.

Cuando llegaron, Coyán se miró y se asustó. Les suplicó que lo ayudaran. Ellos probaron miles de cosas para quitar la mancha. Primero intentaron frotando hojas en su lomo. Después lo tiraron a la laguna y finalmente intentaron con baba de caracol. Pero fallaron.

El zorrino volvió a su casa e intentó nuevamente quitar la mancha. Como no pudo decidió aceptarla y lucirla orgullosamente. Desde ese entonces, los zorrinos no son más negros si no que tienen una franja blanca en sus lomos.

EL LOMO MANCHADO DE SIDKA
LGC

Por el bosque pasó volando un pájaro mensajero y le comentó a Sidka, el zorrino, que al día siguiente habría una fiesta de disfraces en la cueva de la ardilla. Ella quería hacer la fiesta para festejar su aniversario número cuarenta.

La fiesta sería al día siguiente. La ardilla Fronita invitó no solo a su papá, a su mamá Larita y a toda su familia, sino también a muchos animales del bosque. Entre ellos estaba el conejo más simpático y saltarín, la familia de gorriones con sus pichones y como no podía faltar, su mejor amiga Sidka.

Al enterarse de la fiesta de su amiga, el zorrino fue rápidamente a buscar un disfraz. Buscó por todo el bosque pero no encontró nada que le gustara. Entonces se acostó en un árbol a descansar. Entre las raíces del árbol se había formado un colchón de flores blanquecinas que le tiñeron el pelaje con su pigmento.

Al día siguiente, el día de la fiesta, el zorrino no sabía qué ponerse y decidió no ir. Pero al recordar la deliciosa comida que cocinaba la ardilla, cambió de opinión. No quería perderse los alfajorcitos de barro, ni la ensalada de frutas. Tampoco, la torta y el ponche.

Cuando llegó, vio que todos los invitados tenían buenos disfraces. La mamá osa tenía un disfraz de avestruz, el papá hipopótamo tenía un disfraz de cocodrilo, el tío uno de cucaracha, la tía tenía un disfraz de pez, todos sus abuelos tenían disfraces de elefantes, y Fronita, la ardilla, parecía un carpincho.

Cuando todos vieron al zorrino, lo felicitaron por su disfraz. Pero él se sintió muy mal por que en realidad no se había puesto ningún traje. Más tarde les preguntó por qué lo felicitaban. Entonces todos los animales le preguntaron qué tenía en el lomo porque nadie sabía qué era. Llamaron al doctor para saber qué tenía, pero el doctor tampoco supo. Intentaron limpiarlo con agua de ponche, con agua del río y hasta con néctar de árboles. Probaron durante toda la noche, pero era imposible sacárselo.

Finalmente la ardilla dijo que la franja blanca era más linda que tener el pelaje solamente de color negro y que eso la hacía muy especial. Sidka muy contenta, dejó de intentar sacarse la mancha.

Desde ese momento los zorrinos dejaron de ser negros y tienen una franja blanca en su lomo que tanto los caracteriza.


HISTORIA DEL VIENTO EN PRIMAVERA
VLdC

“Justo” era su nombre.
Así se llamaba el viento
que soplaba en primavera
y lo hacía muy contento.

Él estaba enamorado
de una planta florecida.
Su nombre era Camila,
era buena y divertida

La más bella del lugar,
era también sin dudar.
Sus flores brillantes y rosas,
enamoraban al viento.

No solo Justo la amaba.
Ella también lo adoraba,
pero un problema había:
con este amor no se podía.

Cada vez que Justo soplaba
al papá de la flor empujaba.
Por eso a él no le agradaba
y a su hija mantenía encerrada.

Camila un día se escapó
y el papá no la encontró.
Cuando el viento la halló,
algo muy extraño ocurrió

Justo se convirtió,
en un precioso caballero,
y Camila se transformó
en una loca con ruleros.

El viento no la reconoció
y Camila entristeció.
Volvió a ser una flor,
y de tristeza se marchitó.

EL REY TACAÑO
FIS

Había una vez un rey llamado Roberto que vivía en un gran castillo y era muy tacaño y malo.

Un día, llegó al castillo el viejo Santiago y le pidió al rey si le prestaba plata. El rey, como era tacaño, le dio un billete falso y lo echó del castillo de una patada.

A la mañana siguiente, Santiago se dio cuenta de lo que había sucedido y le contó todo a su esposa, María. Ella muy enojada, le pidió a su hija Mariana, que se vengara del rey por ellos ya que eran muy viejitos. Mariana aceptó pensando que alguien debía darle una lección a Roberto, el tacaño.

Una noche después, la hija, entró al castillo sin que se dieran cuenta. Como nadie la vio, aprovechó la situación para entrar al cuarto de Roberto. Él estaba en la cocina evaluando al nuevo cocinero para el turno de la noche. Mariana le dejó sobre la mesita de luz del rey una carta que decía:

“Roberto, amigo del alma, somos tus amigos los reyes del pueblo vecino. Queremos que nos visites en nuestro castillo y queremos darte una sorpresa. Por eso le pedimos a la doncella Mariana que te traiga hasta aquí. Durante tu ausencia creemos que lo mejor es que gobierne el pueblo Santiago, que es de nuestra confianza”.

De pronto, Mariana escuchó un ruido y entonces se fue por la ventana. El rey llegó a su cuarto y leyó la carta, y tentado por la sorpresa, pensando que tal vez recibiría dinero, aceptó el trato sin pensarlo demasiado, confiando en la sabiduría de sus amigos.

A la mañana siguiente Mariana le contó todo a su padre. Él se puso muy contento y se sintió orgulloso de su hija. Después de un rato, se despidió de Santiago y se marchó. Entonces fue a buscar a Marco, uno de sus amigos. Ella le pidió si la podía ayudar con su plan y el amigo accedió. El papá de Marco les prestó su carruaje y salieron de inmediato.

Después de veinte minutos de viaje llegaron al castillo. Allí los esperaba el rey y partieron. Esa misma tarde, llegaron a una casa en el bosque. El rey comenzó a extrañarse y a quejarse porque por allí no vivían sus amigos, entonces descubrió el plan. En ese preciso instante, Marco lo golpeó con un palo y Roberto se desmayó. Los amigos huyeron y volvieron al castillo para ayudar al padre de Mariana en el castillo.

A la noche, el rey logró despertarse y salir de la casa, pero no sabía cómo regresar a su castillo por lo que se quedó a vivir ahí. Mientras tanto, en el castillo estaban todos tan felices con el nuevo rey, que rápidamente se olvidaron del tacaño Roberto.


(PRODUCCIONES DE ALUMNOS DE 5° GRADO, PUBLICADOS EN LA ANTOLOGÍA LITERARIA DEL COLEGIO LOS ROBLES 2007)

LECTURAS PARA ALUMNOS DE 6° GRADO

TEMIDO PIRATA
JBB

Edward Teach, el pirata más temido,
a los barcos y costas ataca
y a los pobladores maltrata.
Como todo pirata, antes de abordar,
la bandera negra hace desplegar.
Sus hazañas sangrientas
aumentan su fama
y a los marineros aterran.
Este legendario pirata,
de un golpe, en un enfrentamiento,
cayó y la conciencia perdió.
No solo perdió la conciencia,
sino también su honor.
Desde ese día Edward Teach
humillado se sintió
y de su lugar e identidad
nadie supo jamás.
Su tesoro por todos lados fue buscado
pero nunca fue encontrado.

MIS EXPERIENCIAS EN LA ANTÁRTIDA
SB

Hace un par de meses que vivo con mi papá y mi perro Teo, en una base militar en la Antártida Argentina. Nos instalamos aquí por el trabajo de papá y nos quedaremos por seis meses.

Casi siempre está nevando y a veces hay grandes tormentas. Todo está cubierto de nieve. La base es enorme y tiene muchos galpones y casitas. Papá me contó que varios países tienen una base en este continente helado y que podemos ir a visitarlas en el tractor oruga o en el trineo.

Poco antes de viajar a la Antártida, el día de mi cumpleaños, Teo llegó a mi vida. Papá me despertó sin regalos, pero me dijo que íbamos a ir a un lugar especial para elegirlo: una veterinaria. Allí me dejó elegir un perro. Cuando vi a Teo, por primera vez, era un Siberian Husky de dos meses, no tuve duda, yo lo quería porque parecía dulce y obediente como lo es ahora. Además era el perrito que más me gustaba.

Por supuesto, cuando llegamos acá, se adaptó muy bien. Le encanta tirar del trineo, le gusta andar en tractor oruga y también morder los juguetes mojados por la nieve.

Una noche hizo mucho frío, como nunca antes. Era tanto el frío que decidimos quedarnos en la base tapaditos en un sillón y ver la televisión.

Se hizo muy tarde y papá nos dijo que nos fuéramos a dormir porque el día siguiente sería lindo. Estábamos muertos de frío y de sueño. Entonces nos acostamos en la cama calentitos y luego de un rato nos quedamos dormidos.

A la mañana, como hacía mucho frío, nos abrigamos bien y fuimos en el trineo a visitar otra base. En el camino se abrió una grieta en el hielo y Teo, que saltó del trineo metió una pata allí y empezó a llorar. Me bajé y lo examiné. Apenas le toqué la pata puso una expresión de dolor, entonces lo subí al trineo y regresamos a la base. El doctor lo vendó y dijo que no era nada grave pero que debía estar unos días tranquilo.

Después de un par de días Teo se curó. Entonces reanudamos la visita a la otra base. Al llegar a la altura de la grieta, mi perro otra vez saltó del trineo. Pero ésta vez se quedó quieto ante la fisura, como avisándonos que algo raro se encontraba en su interior.

Cuando nos acercamos, descubrimos que en el interior ¡había un fósil! Papá me dijo que era muy valioso, así que valía la pena pagar cincuenta dólares para que el correo lo llevase a un museo para estudiarlo y ver si querían comprarlo. Costó trabajo sacar el fósil del hielo pero lo conseguimos y lo enviamos por correo al Museo de Ciencias Naturales.
Luego de una semana llegó el correo y vino un sobre con mucho dinero. Decidimos usarla para remodelar la base.
Pasaron los meses y aprovechamos los últimos días que nos quedaban para terminar los paseos por las bases de la Antártida.

AVENTURAS EN EL CAMPO
GPB

Un viernes fui al campo de papá ubicado en Roque Pérez con tres amigos: Bautista, Felipe y Guido. Cuando llegamos, Guido quería andar a caballo y todos estuvimos dispuestos.
Comenzamos la cabalgata. Queríamos galopar y cuando lo hicimos, Bautista se cayó del caballo. Notamos que se había lastimado una pierna porque no podía levantarse. Él estaba muy dolorido y angustiado.

Yo salí a todo galope a buscar a papá. En el camino encontré un lindo zaino que estaba sediento y demasiado maltratado. Sentí lástima, tristeza y angustia por ese pobre animal. Decidí enlazarlo y llevarlo a las caballerizas con mis otros caballos para que estuviera mejor.

Una vez que lo até al palenque, busqué a papá y juntos fuimos en la camioneta a ayudar a los chicos. Todos juntos regresamos a la casa. Vino el médico y después de revisar a Bautista, nos tranquilizó al decirnos que no era nada grave.

Dos días más tarde, Bautista caminaba ya sin dificultad y pudo conocer al zaino. Él también se encariñó con el caballo porque lo veía abandonado. Quizás su dueño no lo quería.

Ese mismo día, después de comer, llegó una camioneta. De ella bajó un hombre que decía ser el dueño del zaino. Quería revisar el campo para buscar su caballo. A Guido se le ocurrió esconderlo en un galpón para que no lo encontrara porque no queríamos que siguiera maltratándolo, pero al llevarlo a ese lugar, una pierna del caballo se enganchó en un alambre y no lo pudimos sacar. Intentamos liberarlo durante un largo rato hasta que vimos que el dueño se acercaba ¡No sabíamos qué hacer!

Busqué en el galpón una pinza para cortar el alambre y logré liberar la pata del zaino pero el caballo estaba lastimado y no podía caminar.

Cuando el dueño nos sorprendió, Felipe y yo, intentamos protegerlo; mientras tanto Guido fue a contarle a papá lo que estaba ocurriendo.

Como el hombre se lo quería llevar, papá habló con el durante un largo rato e intentó convencerlo de que debía cuidarlo mejor pero el dueño del zaino consideraba que tenía cosas más importantes que hacer y como lo utilizaba para trabajar, no podía ocuparse de él.

Finalmente papá propuso comprárselo y el dueño rápidamente aceptó porque la oferta era buena. Mis amigos y yo estábamos tan contentos que decidimos compartir el caballo y como era tan veloz, le pusimos “Rayo”.


NARCISO Y SU PROPIO REFLEJO
JIC

La ninfa Eco distraía a Juno
mientras Júpiter con doncellas jugaba.
Cuando la diosa descubrió
el engaño de su esposo,
a Eco con furia condenó
por haber ayudado al dios.
Desde ese momento Eco
nunca más pudo hablar,
tan solo repetir
de una palabra su final.
Eco se refugió en el bosque,
y allí a Narciso conoció.
Era tan hermoso
que de él se enamoró
pero el joven la rechazó.
Mientras Narciso escapaba
en el bosque un estanque encontró,
y cuando cerca de la orilla tropezó,
vio su reflejo en el agua y se enamoró.
Por el lamento de su amor,
transformándose en flor
Narciso solo murió.

LA MISTERIOSA MUERTE DE LORD GUILLERMO
JC

En la última semana de 1920, en la pequeña ciudad de Fénix, un hecho insólito inquietó a sus habitantes: el gran Lord Guillermo había muerto de una forma misteriosa. Su hermano Fidel llamó al detective Carlos Barón, quien resolvía los casos con mucha paciencia.

Ese mismo día, el detective fue al castillo y preguntó al hermano del muerto si había algún testamento. Fidel le respondió que no.

Luego, el detective le preguntó al abogado quiénes eran los herederos y este le respondió que eran dos: Fidel y Laura, la hija de Lord Guillermo. Pidió entonces ver a la muchacha para entrevistarla.

Apenas la conoció, Laura le pareció una joven muy buena y a la que le había caído muy mal la muerte misteriosa de su padre. En cambio, Fidel no parecía muy afectado por el fallecimiento de su hermano. Al detective la chica no le pareció que pudiera haberlo asesinado pero el hermano quizás sí.

Entonces, preguntó al mayordomo qué era lo último que había comido Lord Guillermo y este le dijo que, de postre, había consumido bombones durante la cena. Inmediatamente, Carlos pidió ver la caja y descubrió que no tenía marca alguna. Se dio cuenta de que si no había marca en la caja, los bombones debían ser caseros y se preguntó quién los habría hecho.

Investigando, descubrió que al hermano de Lord Guillermo le gustaba mucho cocinar y entonces decidió revisar su habitación. Allí descubrió tirado en la alfombra, detrás de la cama, un molde de bombón que delató al culpable.
Carlos avisó a la policía que el asesino era Fidel. Ésta lo atrapó justo en el momento en que estaba a punto de ofrecerle un bombón envenenado a su sobrina para transformarse en el único heredero de la fortuna de Lord Guillermo.


AVENTURA EN EL SUR
JBH

Durante los meses de verano, un señor llamado Gastón viajó a la provincia de Chubut, exactamente a Puerto Madryn, para trabajar en una reserva de pingüinos. Antes de llegar recorrió enormes acantilados de arena y canto rodado. El frío era muy intenso.

Al fin llegó y, como era su costumbre, salió con Arturito, un pingüino de la reserva del que se había encariñado en el viaje anterior. Caminaron y jugaron en las extensas y silenciosas playas. Luego se metieron en el agua, pero antes Gastón se colocó un traje de buzo para protegerse de la fría temperatura del mar.

Todas las semanas, Gastón y Arturito repetían la misma aventura. Luego, regresaban juntos a la reserva y Arturito se quedaba en la pingüinera junto a su familia.

Una noche, el guardia de seguridad olvidó cerrar la puerta de la reserva y los pingüinos se escaparon. A la mañana siguiente, cuando llegó Gastón a visitar a su amigo favorito, notó que no estaba y faltaban también otros pingüinos de la familia.

La desesperación de Gastón hizo que partiera al instante hacia la playa, sin darse cuenta de que el viento era tan intenso que las olas que levantaba eran de más de cinco metros de altura y la arena creaba una niebla muy espesa que no dejaba ver y pegaba muy fuerte.

Gastón avisó a otros compañeros y juntos salieron a buscar a los pingüinos en cuatriciclos pero solo se veían las luces de los faros y los pingüinos no aparecían. Recorrieron muchos acantilados hasta que Gastón se alejó de sus compañeros.

De pronto vio a su pequeño amigo en una roca rodeado de agua, lastimado y sin poder moverse. Gastón no lo podía alcanzar porque las olas crecían cada vez más y Arturito estaba a punto de caer al agua.

Gastón regresó a la playa rápidamente en busca de troncos para armar una especie de balsa, pero el pingüino ya se había caído y no podría mantenerse mucho tiempo más a flote por las heridas que tenía.

Gastón sabía que si se subía la balsa se iba a hundir. Decidió entonces atar la precaria embarcación a la pierna y empezó a nadar. Increíblemente, Arturito lo reconoció y se subió a la balsa, con mucho esfuerzo llegaron hasta la costa y allí se quedaron los dos casi dormidos en la orilla mientras la arena que volaba por el viento los iba tapando…

Al salir el sol, llegó toda la familia de pingüinos. Estos picotearon a Gastón que despertó junto a Arturito.
Dos meses más tarde Arturito fue padre y Gastón fue ascendido a jefe de la pingüinera por haber rescatado tiempo atrás a los pingüinos.

EL POBRE REY MIDAS
FGHA

El rey Midas mucho oro quería,
entonces al dios Baco llamó
y él su deseo le concedió.
A partir de entonces
Midas corría por los campos
pletórico de alegría
ya que todo lo que él tocaba,
en oro se convertía.
Pero un día el hambre lo agobió
y el rey entró a la casa
pues sólo comida deseó.
Y el rey no pudo comer
porque el banquete que quería,
también en oro convertía.
Muy preocupado se sintió
pues su deseo ya no deseó.
Arrepentido suplicó a Baco
que su deseo anulara.
El dios lo comprendió
y al ambicioso rey Midas
otra oportunidad le dio.

LA ISLA FANTASMA
JJ

Al oeste del Océano Pacífico, entre el paralelo 75° y el meridiano 165°, sin ser vista por los dibujantes de mapas, se encontraba la Isla Fantasma. Los más reconocidos piratas la habitaban y formaban una intrépida sociedad. Todo habitante de esa isla era un bandido de los mares.

La isla estaba comandada por el legendario pirata Barba Roja, hombre estricto con sus secuaces, y un consejo de ancianos que decidía, a través de diversas pruebas, quién podía formar parte de esa sociedad y quién no.

El 26 de octubre de 1588 los habitantes de la isla Fantasma divisaron a lo lejos un buque armado con la bandera francesa. Hasta ese momento ningún barco francés había llegado hasta allí. Barba Roja ordenó a sus subordinados que se prepararan para defenderse y atacar.

Ya cerca de la isla, el capitán pirata ordenó fuego. Al recibir uno de los tres cañonazos de sus enemigos, comenzó a disparar también. Los franceses se retiraron apenas tuvieron unas cuantas bajas porque tenían pocos hombres para defenderse.

Una semana después, regresaron cinco buques franceses mejor preparados. Se aproximaron a gran velocidad y abrieron fuego. Los piratas hundieron un barco, pero murieron gran parte de ellos, en especial los encargados de los cañones.

Viendo que iba a ser derrotado, Barba Roja pidió ayuda a un hechicero que había llegado a la isla de niño hacia ya noventa años. Entre los dos, decidieron hacer un pacto para salvar la isla. Este consistía en que el hechicero haría que la isla fuera invisible a los ojos de los enemigos durante varios años, si Barba Roja a cambio de ese favor le otorgaba su poder.

El anciano puso en acción el hechizo. Cuando los franceses, atacados por los piratas, perdieron su segundo barco retrocedieron para organizar un nuevo ataque y cuando regresaron, la isla ya no estaba. No se veía por ninguna parte.

No sabían qué creer, si la isla había desaparecido o su mapa era erróneo.

En Francia se corrieron muchas versiones sobre lo sucedido en la isla y, a partir de entonces, la llamaron “La Isla Fantasma”. Pero en la isla no estaba todo bien. El hechicero haciendo uso de su poder, derrocó el consejo de ancianos y en su lugar armó un consejo de brujos que era más tiránico que el anterior. Además, los piratas que se manifestaban en desacuerdo, eran asesinados.

La isla dejó de ser una isla de bandidos para pasar a ser de un hechicero y magos. Los piratas se marcharon y nunca más la pisaron. Y de Barba Roja, sólo quedó su leyenda.


LA VALIENTE PIRATA
FL

Con un gran pirata
Anne Bonny se escapó
y a su familia
sin piedad abandonó.
En un barco pirata
su corazón aventurero
ella embarcó
y de Calico Jack Rackham,
loca de amor quedó.
En una temible pirata,
Anne Bonny se transformó.
A pesar de ser mujer,
la pistola y el sable
hábilmente manejó
y en todos los abordajes
como un hombre peleó.
Entre luchas y botines
su vida transcurrió
hasta que el gobernador de Jamaica,
su cabeza pidió.
Una noche de luna llena
el barco pirata atacó
y a los piratas, que borrachos estaban,
a la horca encaminó.
Anne Bonny la piratería dejó
y con su familia regresó.


MUJER Y PIRATA
NMV

Anne Bonnie en Norteamérica vivía
y era una muchacha muy rica.
Pero un día se escapó con un pirata,
quien Jack Rackham se llamaba.

Cada vez que lo miraba,
ella más se enamoraba.
Entre abordajes vivía
y juró que por su amado moriría.

Con destreza el sable dominaba
y con puntería la escopeta manejaba.
Entre abordajes vivía
y juró que por su amado moriría.

Cuando el gobernador jamaiquino
mandó a abordar su barco,
a la tripulación ebria encontró.
Sólo a Anne y Mary sobrias halló.

Las dos valientes mujeres
resistieron el ataque y murieron.
Los marineros corrieron peor suerte
pues finalmente en la horca fallecieron.

MARY READ Y SUS AVENTURAS
REM

En el siglo XVI, en Inglaterra, nació Mary Read, una futura luchadora. Ella era hija de una mujer cuyas andanzas eran muy conocidas entre los marineros. Su madre la vistió y la educó como varón.

Esta aventurera se unió a la tripulación de un barco de guerra. Su tripulación luchó contra los españoles y fue vencida, pero Mary Read pudo escapar.

En un viaje a la India, fue capturada por unos piratas al mando de Calico Rackham y él le ofreció ser parte de su tripulación. La joven aceptó y con el tiempo se convirtió en una temible pirata, habilidosa en el manejo de la espada y de los cañones.

Entre abordaje y abordaje, se enamoró de su capitán pirata y juntos enfrentaron nuevos desafíos. Con la tripulación de su amado, ella luchó hasta convertirse en una leyenda.

Una vez, mientras regresaban a su isla, los ingleses les tendieron una trampa para recuperar a Mary, y así lo hicieron. Con el corazón partido, el capitán de los piratas fue a buscarla. Pocos de su tripulación lo acompañaron, ya que era algo muy riesgoso. Y así fue, los marineros ingleses los descubrieron y los encarcelaron.

Calico se sentía triste y culpable de haber llevado a su tripulación a esa situación y porque no vería más a su amada. Al pasar los días, la tripulación que había permanecido en el barco comenzó a preocuparse porque sus compañeros no regresaban. Así fue como decidieron partir rumbo a Inglaterra a buscarlos.

Allí escucharon rumores de que el pueblo festejaba la captura del capitán Calico Rackham. Los marineros hicieron un plan para rescatar a sus compañeros, encerrados en una oscura cárcel.

Lucharon contra los soldados de la prisión y los rescataron. Con la tripulación completa, marcharon al palacio, donde creían que Mary se encontraba. Pero al llegar allí, se enteraron de que ella había sido ahorcada por orden del rey, acusada de traidora.

Calico lleno de odio regresó a sus tierras. El famoso pirata nunca más pudo enamorarse de otra mujer.

LA POBRE OSA
GR

Un día Júpiter se enamoró
de una joven llamada Calisto.
Al verlo ella se deslumbró
y con el gran dios un hijo concibió.

Calisto jugaba con su hijo Arcas
cuando Juno, la esposa del dios,
se puso celosa
y la convirtió en una osa.

Las ninfas del bosque
al ver al niño junto a una osa
horrorizadas la enfrentaron
y a su hijo le arrancaron.

Por perros y hombres
la osa fue muy perseguida,
por eso se vio obligada
a abandonar el bosque donde vivía.

En el verano regresó
y a su hijo cazando encontró.
Una sorpresa se llevó
ya que a ella misma le apuntó.

El dios enamorado,
viendo lo que sucedería
descendió de su gran trono
y hacia el cielo los llevó.

Madre e hijo se encontraron
en medio del firmamento.
Osa mayor y menor se llamaron
las estrellas en que se transformaron.

LA HISTORIA DEL FAMOSO BARBA NEGRA
PR

El pirata Edwad Teach,
conocido como Barba Negra,
era uno de los más temidos,
en las costas de los Estados Unidos.

Su frondosa Barba Negra,
y su helada mirada,
los corazones de las víctimas
siempre paralizaba.

Al iniciar los abordajes,
la bandera negra izaba
y a todos los marineros,
las piernas les temblaban.

Enterró su valioso tesoro
en un lugar alejado.
Fue uno de los más buscados,
Pero nunca fue hallado.

EL SUEÑO DE ANNE
TRG

En Estados Unidos vivía,
una joven que grandes sueños tenía.
A una familia rica pertenecía,
a la que preocupaba con su rebeldía.
Con el gran pirata,
Calico Jack Rackham,
en una increíble aventura,
su vida se transformó
porque al conocerlo
Anne Bonny en mujer pirata
se transformó.
Ella se embarcó con Calico
y estuvo en cada abordaje
peleando contra otras naves.
Ropa de hombre vestía
y el uso de la pistola y el sable conocía.

EN BUSCA DE SU AMOR
NRP

Orfeo enamorado de Eurídice estaba
igual que la doncella de él
y en una boda de alegría sin igual,
su más profundo amor lograron consagrar.

Pero una víbora venenosa a Eurídice picó
y el veneno su sangre recorrió.
Así fue como la joven
al mundo de los muertos ascendió.

Orfeo desesperado, en busca de su amada,
al averno se dirigió
y con la ayuda de un barquero
al mundo de los muertos llegó.

En ese lugar horrible la buscó
pero a su esposa no encontró.
A Plutón con su canto convenció
y éste con una condición a Eurídice le devolvió.

No la debía mirar
mientras estuviese en ese oscuro lugar.
Pero el impaciente Orfeo la miró
y su mujer al averno retornó.

Muy triste a la tierra regresó
y con un llanto al árbol cantó.
Enternecido, el bondadoso árbol
bajó su sombra eterna lo protegió.

LA PIRATA SALVAJE
BS

Mary Read fue una de las pocas piratas mujeres. Ella vivía como un hombre, porque su mamá la crió como tal para que pudiera defenderse en la sociedad.

Tuvo una niñez complicada. Su sueño de ser pirata se cumplió a los quince años cuando buscando nuevas aventuras, se subió a una embarcación de guerra y peleó en Flandes contra los españoles. Ella luchaba como una fiera y para la humillación de muchos hombres, peleaba mejor que ellos.

Luego de un tiempo, viajó a la India, donde su embarcación fue capturada por piratas. Entre ellos se encontraba Calico Rackham, un hombre fuerte, malvado y temido en todos los mares. Pero hay algo que no se puede negar, él respetaba las leyes de piratería que decían que el vencedor debía ofrecer a los derrotados un lugar en su tripulación. Por eso, Mary, junto los otros marineros, pudieron formar parte de la tripulación del temido Calico. Ella se emocionó, porque al fin iba a tener la oportunidad de conocer otros rumbos y vivir nuevas aventuras.

Mary Read continuó fingiendo que era un hombre, para así lograr tener el respeto de todos los piratas. Siguió cortándose el pelo, vistiendo ropa de marinero y adoptando actitudes y posturas de hombre. Pero un día, la tripulación peleó contra España y todos fueron capturados y abandonados en una isla remota.

Luego de varios días en las desconocidas tierras, sin dormir, ni comer, Mary fue descubierta. Sus compañeros se dieron cuenta de que ella era una mujer y ofendidos por la mentira la dejaron de lado.

Una noche, Mary se despertó sobresaltada al escuchar gritos. Cuando miró a sus costados se dio cuenta de que sus compañeros no estaban. Miró a lo lejos y vio que ellos habían caído en una trampa. Tomó su espada y cortando la soga, los rescató. A partir de ese día, los marineros la respetaron y la consideraron una pirata más.

EL ROBO DE LAS COMPUTADORAS
BS

Aquella tarde la paz del barrio se vio alterada por los gritos desesperados de una mujer. Los vecinos, alarmados, siguieron los gritos y se encontraron con que había ocurrido un robo en el cyber. ¡Faltaban las computadoras!

La dueña estaba tan triste y preocupada que los vecinos decidieron contratar a un detective porque ya la habían robado reiteradas veces.

Martín Peta, el detective, llegó enseguida al local. Lo primero que hizo fue inspeccionar el lugar y descubrió que no faltaba el dinero de la caja aunque se habían llevado todas las computadoras. Eso lo hizo sospechar de que el robo al cyber no era un robo común.

Le preguntó a la dueña si era la única propietaria del negocio y ella le dijo que no, que tenía un socio. Como puso una cara pensativa al nombrarlo, el detective le preguntó si se llevaba bien con él y la mujer le dijo que en los últimos días habían tenido muchas discusiones porque ella quería cerrar el local por los robos continuos y él, no.

El detective le preguntó si su socio le había ofrecido plata para comprar su parte y la mujer le dijo que sí, que antes no había aceptado la oferta pero que ahora lo estaba pensando.
Al escuchar esto, el detective sospechó de que el socio era el causante de todo lo sucedido y decidió inspeccionar su casa para ver si allí estaban las computadoras.

Cuando tocó el timbre, el socio trató de escapar pero el detective sacó un arma y lo detuvo. Efectivamente las computadoras robadas estaban en su casa.

LOS TRES HÉROES
FCU

Hace dos meses fui al campo con mi familia y mi primo Santiago. Paseando por el bosque con mi papá, que es veterinario, encontramos un zorro lastimado. Lo agarramos y regresamos corriendo a casa. Le pusimos anestesia, lo operamos y lo vendamos.

Cuando nuevamente entramos al bosque, fuimos por caminos diferentes y el zorro se perdió. Preocupado, fui corriendo a casa y les avisé a todos que no encontraba a Max. Entonces decidimos salir a buscarlo. Necesitábamos unas linternas pero como no había, fuimos al pueblo a comprar algunas. Allí escuchamos que dos cazadores buscaban zorros para vender su piel aunque la caza era ilegal en la zona. Estábamos muy preocupados así que compramos todo lo que necesitábamos y nos fuimos directo al bosque. ¡Teníamos que encontrar a Max antes de que lo hicieran los cazadores!

Al llegar al bosque nos separamos en dos grupos: mamá y papá por un lado y Santi, José y yo, por el otro. Caminamos mucho tiempo. No sé cuánto porque nadie tenía reloj. Por fin, al lado de un arroyo, vimos a los dos cazadores sentados junto a una jaula en la que estaba mi pequeño zorro. Aunque nos acercamos por detrás, los cazadores nos vieron y huyeron corriendo. Los seguimos pero no pudimos alcanzarlos.

De pronto, el cielo se puso negro y se largó una tormenta descomunal que nos hizo perder el rastro de los hombres. Empapados buscamos un refugio. A lo lejos vimos una cueva y
fuimos hasta allí.

Cuando paró de llover, salimos. Ya era de noche cuando encendimos las linternas y seguimos nuestro camino. Nos estábamos por rendir pero vimos una fogata entre los árboles. Teníamos esperanza de que fueran los cazadores así que nos acercamos lentamente hacia la luz. Eran ellos y por suerte estaban dormidos.

Junto al fuego había una soga y varias latas de cerveza vacías. Entre todos logramos atarlos sin que se dieran cuenta. Vimos a Max dentro de la jaula y lo liberamos.

De pronto, llegaron papá y mamá. Estábamos tan emocionados que gritamos. Nos habíamos olvidado de que estaban los cazadores.

Santi, José, papá y yo los vigilamos mientras que papá fue a buscar a la policía, que llegó al rato con los periodistas y el guarda parque. Los cazadores fueron encarcelados y todos nosotros nos hicimos famosos por capturar a estos delincuentes.

UNA TRETA Y UN AMIGO SOLDADO
FVR

Mi papá y yo vivimos en una acogedora y cómoda cabaña en un bosque de Bariloche. Allí al pie de una montaña, hay un río que crece en la época del deshielo. Así es como tenemos agua fresca de deshielo.

Un día papá me mandó a buscar agua. Mientras caminaba hacia el río vi una ardilla que me seguía y saltaba de rama en rama hasta que… ¡PUM! Cayó inconsciente a mis pies. La recogí y la llevé a casa para curarla, Al ver su cola, vi que era marrón y tenía líneas horizontales plateadas, por eso decidí llamarla “Plata”. Papá no sabía que la tenía porque la escondí en mi cuarto.

Cuando despertó al anochecer, se la veía un poco confundida. Le acerqué comida y su expresión cambió. Al principio, mi presencia la atemorizó y me mostraba los dientes para amenazarme, pero logré tranquilizarla con unas tentadoras bellotas.

Pasamos juntos días, semanas y meses. Plata y yo nos fuimos haciendo amigos… Pero un día cometí un error. La dejé en mi cuarto y olvidé cerrar la puerta. Cuando regresé a casa, vi que mi papá estaba tenía la ardilla entre sus brazos y mostraba el ceño fruncido. Me regañó y sermoneó por un rato, pero luego le conté por qué la había “adoptado”, se compadeció del animalito y logré convencerla para que Plata se quedara.

Al día siguiente llegaron unos empresarios con un permiso firmado aparentemente por el gobernador, para talar los árboles. Pero algo me llamó la atención… Cuando se fueron, decidí seguirlos. Plata vino conmigo.

Los maleantes hablaban sobre convertir este espacio en una estación de servicio y uno de ellos comento que el permiso era falso.

En ese momento tropecé con la raíz de un árbol y los dos hombres me descubrieron. Plata y yo empezamos a correr. De pronto, escuche un disparo. Plata cayó herida al suelo y moriría si no la curaba.

La recogí y la abrace. Mientras seguía corriendo, su sangre manchaba mis manos pero no me importaba. Los hombres continuaban detrás nuestro. Llegaron a la cabaña y como papa había oído el disparo ya había llamado a la policía y al guardabosque.

Llegaron enseguida y los hombres fueron arrestados ya que habían falsificado la firma del gobernador. Plata continuaba sangrando pero papa logro detener la hemorragia. En pocos días ya estábamos nuevamente corriendo por el bosque...

ANNE UNA EXPERTA PIRATA
RFZL

Anne Bonny de su familia huyó
y a los piratas ella se unió.
En la nave de Jack
ella se quedó robando
y saqueando sin cesar.
Era experta con las armas
y su único punto débil
era que de Jack, un gran pirata,
ella estaba enamorada.
Un día algo pasó,
el gobernador de Jamaica,
ese barco capturó.
Los piratas tan ebrios estaban
que la nave fácilmente fue tomada.
Una semana más tarde,
la horca los aguardaba
a todos, menos a Anne
que en su casa muy bien se hallaba.
A pesar de todo, su familia la aceptó
cuando ante sus padres
con vergüenza se presentó.
Estaban felices de ver a su hija,
y aunque había sido una bandida
se sentía arrepentida
y una vida más tranquila quería.

LA AMBICIÓN DEL REY MIDAS
FC

El codicioso rey Midas
al dios Baco le pidió
que un deseo le concediera:
“Que todo lo que toque,
de oro sea.”
Midas muy agradecido estaba
ya que todo lo que tocaba
en el preciado metal se transformaba
pero sus sirvientes preocupados estaban
porque la ambición lo apresaba.
Cuando su banquete trató de comer
el pan y la carne no pudo morder.
El agua en oro se transformó
y el rey sediento y hambriento quedó.
A Baco con fuerza llamó
y el dios con rapidez acudió.
El rey se levantó de su silla
y arrepentido cayó de rodillas.
El buen dios lo perdonó
y al río Pactolo lo mandó.
Debía darse un baño allí
y la vida sencilla volvería a vivir.
Midas cumplió con lo dicho
y cuando a su palacio regresó,
su apetito por fin sació.
Jamás volvió a ser ambicioso
como lo había sido con el dios poderoso.

LA OSA MAYOR Y LA OSA MENOR
JC

Júpiter tuvo un hijo con la joven Calisto.
Cuando Juno de eso se enteró
un tremendo castigo le dio:
en una osa la convirtió.

Su condena allí no terminó
porque a su hijo perdió.
Las ninfas se lo quitaron
y sola y triste en el bosque quedó.

Calisto, desesperada,
a su hijo por años buscó.
Finalmente lo encontró.
Cazando en el bosque estaba.

Al verla, el muchacho le apuntó
y casi de un flechazo la mató
Pero Júpiter se apiadó
y a Calisto salvó.

El dios enojado convirtió
a Arcas en un pequeño oso
que a su madre
acompañaría por siempre.

Al cielo los llevó
y en estrellas transformó.
Desde entonces son:
la Osa mayor y la Osa menor.

CERES Y PROSERPINA
DHA

Proserpina juntando flores estaba
y a su madre no encontraba.
En una gran carroza Plutón llegó
y a la pequeña ninfa secuestró.

Hécate de esto se enteró
y a la diosa madre ayudó.
La llevó con Helios,
gran dios del Sol,
quien lo sucedido le contó.

Ceres tristísima estaba
ya que a su hijo no encontraba.
Los frutos del campo no crecían
y por eso, la gente moriría.

Júpiter se preocupó
y a los dioses del Olimpo envió
para que intervinieran ante ella,
pero la diosa no aceptó.

Con su madre Proserpina volvería
cada año, al llegar la primavera.
Eso Júpiter al final ordenó
y a Plutón mucho no le gustó.

La mitad del año
con su madre viviría
y en la otra, habría frío en la tierra
porque al averno Proserpina volvería.


UNA NINFA ENAMORADA
MI

El dios Júpiter en el bosque jugaba
con sus amigas las ninfas.
Al verlo, Juno, su esposa,
muy celosa se sentía.

Eco, una de las ninfas,
siempre junto al dios aparecía,
hasta que Juno, vengativa,
de la palabra la privaría.

A partir de ese momento,
de cada frase la última palabra
la ninfa repetiría
y nunca jamás la primera pronunciaría.

Tiempo después de tremendo castigo,
Eco por el bosque paseaba
cuando al ver al hermoso Narciso
quedó profundamente enamorada.

Pero el joven ni siquiera la miró
porque siempre al pie de un estanque
se encontraba observando con amor
su propia imagen reflejada.

Enamorado de sí mismo,
al inclinarse para alcanzarla
Narciso se hundió en las aguas
y su cuerpo se transformó en flor.

La pobre Eco desolada,
luego de la muerte de su amado,
no comió ni durmió
y su muerte finalmente llegó.

UNA VIDA DIFERENTE
LMLL

Anne Bonny a su familia dejó
ya que con un pirata se escapó.
En una nave se embarcó
y de Jack Rackham se enamoró.

El demonio del sable alcanzó
y ropa de hombre ella usó.
La joven valiente y aventurera.
con el tiempo sus modales abandonó.

De a poco en un pirata se transformó
y, entre luchas y botines,
su vida transcurrió
y en varios abordajes participó.

El gobernador de Jamaica
un día se enfureció
porque robaban sus naves
sin piedad.

Contra estos bandidos
a sus soldados envió.
Capturar la nave pirata
fácil les resultó.
Tan ebrios estaban
que ni siquiera luchaban.
Así fueron apresados
y a la horca enviados.

Pero Anne y su compañera Mary
escaparon de tremenda emboscada
y juntas, las dos piratas,
nuevos ataques planearon.

EL TEMIBLE BARBA NEGRA
MML

Edward Teach conocido
como el pirata Barba Negra
invadía pueblos de la costanera.
Sobornaba al gobernador
dándole variados regalos
de exóticos lugares
para que lo dejara navegar
libremente en el lugar.
Izaba la bandera negra
para aterrorizar a las naves
y así avisarles
el momento de abordaje.
Su mirada hacía temblar
a los navegantes del mar.
Se hizo famoso
por sus grandes hazañas.
Tan hábil resultó
que su tesoro bien enterró
y por eso jamás se lo encontró.

EL RESCATE DE EURÍDICE
LML

La hermosa doncella, Eurídice,
fue mordida por una serpiente.
El día de su boda murió
y al averno descendió.

Su esposo, Orfeo,
triste quedó
y en busca de su amada,
un viaje al averno emprendió.

Frente a los reyes se postró
al llegar al mundo oscuro.
Allí su amor perdido cantó
y el rey del Averno a su pedido accedió.

Una sola condición impuso.
El rey del averno no admitió que Orfeo mirase
a su amada hasta que fuera de allí se encontrara.

El enamorado felizmente aceptó
pero en el camino de regreso
se tentó y a su amada miró
y ella al Averno regresó.

Orfeo lamentando la pérdida
a orillas de un río llegó.
Y allí, su amargo llanto
en dulce canto convirtió


UN DELFÍN INTELIGENTE
FL

Todo empezó una tarde que fui en lancha por el mar de Necochea y a lo lejos vi un delfín. Despacito me acerqué a él.
Era un lindísimo delfín gris, de ojos verdes. En la cara se le notaba su curiosidad y su picardía.

Poco a poco nos fuimos acercando los dos, curiosos por conocernos. Cuando estuvimos frente a frente, lo traté de tocar. Al principio tuvo miedo, pero después, se dejó. Yo tomé un pedazo de galletita que tenía guardada y se la di. Nos hicimos amigos.

A la mañana siguiente me fui temprano con la lancha y llevé comida para peces. Al llegar a un lugar cercano al que había ido el día anterior, empecé a silbar. De lejos lo vi viniendo directo hacia mí. De alegría saltaba las olas del mar.

Cuando finalmente se acercó, le di la comida y nadé un rato con él. Decidí nombrarlo Toto.

Durante varios días más lo visité y de tanto contarle a todos que me había hecho amiga de un delfín, el rumor llego a dos entrenadores de delfines que rápidamente emprendieron su viaje al mar en busca de el.

Un día fui a visitar a Toto y mientras estábamos jugando, sorpresivamente, notamos que una lancha se acercaba a toda velocidad. Pude reconocer a los entrenadores que en un abrir y cerrar de ojos atraparon a Toto y se lo llevaron. Yo quería liberarlo, pero se fueron tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar.

Días más tarde, mi familia y yo, fuimos a un pueblo cercano. Allí vimos que en todas partes había carteles anunciando un show de un delfín. Nosotros decidimos ir por si se trataba de Toto, mi amigo.

Durante el espectáculo lo reconocimos. Nos dimos cuenta de que estaba muy triste, porque hacia las pruebas sin ganas. A la gente no le gusto.

Los entrenadores, nuevamente hicieron otro show, pero a este solo fueron pocas personas.

Al ver que Toto no les servia lo devolvieron al mar.

A partir de ese momento, por suerte, nadie atrapo ni intento atrapar a Toto.

Ya libre, lo fui a ver. Nuestro reencuentro fue un momento emocionante. Yo llore de alegría y el daba un salto atrás de otro.

El pueblo también se alegro mucho por eso hicimos una fiesta en la plaza con tortas y globos.

A partir de entonces me dedique a la protección de animales.

MISTERIOS EN EL PARQUE
CM

Ezequiel y Darío eran dos hermanos que habían perdido a su madre en un asesinato hacía una semana. Estaban los dos llamando a su padre, cuando de pronto “¡toc-toc!”, alguien tocó la puerta. Los chicos se quedaron mirando extrañados:

"¿Quién podría ser?"

Su padre estaba trabajando y su niñera estaba viendo televisión. Tal vez era el vecino que quería saber cómo se encontraban.

Darío fue a abrir la puerta acompañado por Ezequiel. Al hacerlo sintió una ráfaga de viento que venía de afuera y de golpe ¡pum!, la puerta se cerró. Los hermanos se quedaron paralizados. ¿Qué había sido eso? Los dos habían sentido el mismo frío intenso que les puso los pelos de punta.

Subieron al cuarto aún extrañados, pensando en lo que había ocurrido. De pronto, Ezequiel miró por la ventana y vio que la noche iba a caer en cualquier momento y antes de que eso sucediera invitó a su hermano al parque para distraerlo un rato.

Estaban tirándose por el tobogán cuando repentinamente las hamacas empezaron a balancearse con un terrible chillido, las luces de los faroles se encendieron y se apagaron varias veces, las plantas empezaron a moverse y un perro empezó a ladrar.

Se pegaron tal susto que se escondieron detrás de un árbol, pero al darse vuelta, el perro que estaba ladrando se tiró encima de ellos y los empezó a amenazar con un fuerte y espantoso gruñido. Los dos, tiraron al perro al piso y corrieron lo más rápido que pudieron hacia su casa.

Al llegar, fueron directo a la cocina a tomar una taza de té. Al mirar el calendario recordaron que ese día era “Halloween”.

EL ESCAPE DE CUCHI
CRM

Todo comenzó cuando mi familia compuesta por mamá, papá, mi hermana Solange y mi cachorrita Cuchi, nos fuimos a un parque de diversiones. Apenas llegamos, Cuchi y yo nos quedamos asombradas. ¡Era impresionante, inmenso y con muchísimos juegos diferentes! ¡Había gente por todos lados!
Empezamos a recorrer los diferentes juegos hasta llegar a la montaña rusa más grande del país. No pude resistir la tentación de subirme. Para poder hacerlo dejé a Cuchi dentro de la mochila y se la di a mamá.

Después de muchas vueltas bajé contenta pero un poco mareada. Al verme, Cuchi se mostraba enojada. Gruñía y ladraba sin parar. De pronto saltó de la mochila y empezó a correr.

Con mamá comenzamos a perseguirla, pero no lográbamos alcanzarla. ¡Era la primera vez que la veía correr tan rápido! Se abalanzó sobre el puesto de panchos, le gruñó al vendedor y le robó algunas salchichas. El pobre vendedor, enojado, comenzó a perseguirla con panes en la mano pero como era tan gordito no logró acercársele.

A estas alturas todo el mundo nos estaba mirando. ¡Qué vergüenza!

Mi perra, al intentar esquivar “los tiros” del vendedor, se tropezó con un chico que estaba comiendo un helado y se le derramó sobre la campera. Finalmente, el vendedor cansado de correr, se detuvo.

Al notar esto, Cuchi empezó a mover alegremente su cola. Luego me miró con cara de pícara y se metió dentro de una máquina de peluches. Yo preguntaba cómo sacarla cuando se me ocurrió ir a comprar las fichas.

En ese momento vi a mi papá, a mi mamá y a Solange. Les conté todo lo que había pasado y les pedí que se quedaran junto a la maquina para que nadie la usara. Mientras yo compraba fichas, comenzaron los fuegos artificiales. Mi familia se distrajo y la máquina quedó sola.

En ese instante, apareció una chica y se puso a jugar para sacar un peluche. Corrí para detenerla pero cuando llegué justo había agarrado con el “brazo mecánico” a Cuchi ¡que tenía un pequeño peluche en la boca!

Con la chica nos miramos y nos empezamos a reír. Le expliqué cómo había llegado hasta allí mi cachorrita y le entregué el peluche. Segundos después llegó mi familia.

¡Desde ese día Cuchi, mi cachorra, sale siempre a pasear con la correa puesta!

UNA LUCHA DIFICIL
MT

Mary Read era una mujer que vivía en la selva. Su madre la vestía como varón porque en ese lugar y en ese momento, alrededor del siglo XVII, era más fácil vivir como hombre que como mujer.

Ella era una adolescente muy madura pero rebelde. Tenía un alma fuerte y era muy hábil. En una oportunidad su padre había sido secuestrado por un temible pirata y ella, que había heredado su espíritu aventurero, se escapó en un barco disfrazada de marinero para rescatarlo.

En un viaje a la India, el barco fue capturado por el malvado Calico Jack Rackham, quien muchos años atrás había luchado contra el padre de Mary. La joven encerrada en la bodega pensaba como escapar.

Luego de unas semanas, su admirado William Philips, comisario inglés, la fue a salvar. Juntos enfrentaron a Calico. Ella vio que era una dura pelea y sabía que si le demostraba que era mujer, distraería la atención de su oponente.

Entonces, se quitó el sombrero y le mostró su largo y femenino pelo, al observarla, Calico se quedó estupefacto y ella muy hábilmente lo derrotó con su espada.

AULLIDOS EN LA NOCHE
CV

Un fin de semana, Ramón, el tío de Ramiro, les contó a él y a sus amigos una extraña leyenda sobre un árbol plantado hace muchos años en su casa. A pesar de esta advertencia, los chicos decidieron acampar cerca del ombú.

Cuando llegó el día del campamento, Ramiro, Francisco, Carla y Miguel armaron la carpa bajo el árbol. Mientras organizaban el campamento, Bombucha empezó a ladrar muy fuerte clavando la mirada en el extraño árbol. Francisco se fijó si había algo tras el ombú, pero no halló nada.

De pronto se escuchó un “¡Crac!” Parecía como si las raíces del ombú se hubieran partido. Sin embargo, los chicos no observaron nada extraño. El árbol estaba en su lugar e intacto.

Ya era de noche y los chicos estaban en la carpa. Hacía un rato que estaban entretenidos contando cuentos de terror cuando escucharon pasos y supusieron que era Ramón. Luego de unos minutos, Carla salió de la carpa para ir al baño. Entró lenta y silenciosamente a la casa y de pronto escuchó un chillido “¡Niii!”

Muy asustada, volvió corriendo a la carpa sin notar la ausencia del ombú. Los chicos pensaban que la leyenda era falsa, sin embargo tenían miedo y para distraerse organizaron un juego. Carla propuso hacerlo afuera. Todos estuvieron de acuerdo, a pesar del miedo.

En el momento en que Miguel salió, notó que el árbol no estaba y en su lugar había un pozo. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba?

Ramiro les recordó la leyenda. Asustados regresaron a la carpa y de pronto escucharon un sonido feroz “¡Grrr!” Parecía el rugido de un puma.

A esa altura de la noche, comenzaron a creer que la leyenda era verdad y decidieron esperar. Para acortar la espera, Miguel fue hacia la casa a buscar galletas pero en el camino cayó en un pozo. Carla fue a ayudarlo y apenas logró salir, vio que un temible puma se transformaba en ombú y caminaba hacia el pozo para enterrar sus raíces. Estaba amaneciendo.
Desde esa noche, decidieron no volver a acampar cerca de ahí porque en ese campo las leyendas se hacen realidad.

(PRODUCCIONES DE ALUMNOS DE 6° GRADO PUBLICADAS EN LA ANTOLOGÍA LITERARIA DEL COLEGIO LOS ROBLES 2007)

LECTURAS PARA ALUMNOS DE 7° GRADO

UN MUNDO MEJOR
MAA

Era una mañana de julio de 1995 cuando Toribio, un niño español de 11 años, se dispuso a ir a la escuela. Él adoraba ir al colegio, pero no ese día porque en clase estudiarían poesía, cosa que él aborrecía. Toribio se inclinaba hacia la ciencia aunque todavía era un niño y no creía en eso de los sueños y el amor verdadero.
Luego de haber estado todo el día escuchando lo que él llamaba “puras patrañas”, regresó agotado a su casa y se fue a dormir. Cerca de la una de la mañana, algo interrumpió su sueño. Cuando pudo despegar los párpados, notó que algo había cambiado en su habitación. En la pared había una nueva ventana ¿Cómo había llegado allí?
Decidió asomarse a través de ella. Cuando asomó la cabeza, le pareció ver a alguien, por eso se asomó más y más... hasta que cayó del otro lado. A pesar de que él vivía en el quinto piso de un edificio con jardín, no le sucedió nada. Cayó en el pasto, que era suave y mullido como un almohadón de plumas.
Cuando se incorporó, la persona que había visto al asomarse por la ventana, estaba junto a él. Era una niña más bella que una sirena, con un resplandeciente cabello rubio. Parecía tener la edad de “Toro”, como llamaban sus amigos. Él pensó que era un sueño y que rápidamente despertaría.
La niña, cuyo nombre era Marisa, lo tomó del brazo y lo empujó a un maizal. Toribio notó que ese paisaje ya no formaba parte de su jardín. Alarmado le soltó la mano y le preguntó qué estaba sucediendo y dónde se encontraba.
Marisa, con una expresión triste, le dijo que estaba en el mundo de los sueños olvidados, el lugar al que van los sueños, cuando uno ya no los recuerda. Le explicó que estaba escapando de las pesadillas y el olvido, cosas con las que la gente desafortunada sueña a menudo y luego de un tiempo las olvida.
De pronto, se escucharon gritos y los chicos comenzaron a correr. Las pesadillas se acercaban. Después de un rato de intentar escapar de ellas, necesitaron descansar y Toribio cayó dormido. Las pesadillas se acercaban y Marisa no pudo despertarlo.
Cuando las pesadillas estaban a punto de alcanzarlos, amaneció y con la luz del sol se desvanecieron en el aire los horribles sueños.
Toribio abrió los ojos y se levantó. Había soñado con un mundo mejor, un mundo sin miedo. Un mundo de paz y alegría. Un mundo sin peligros. Pero debía olvidarlo, incluso a Marisa, para poder despertar.
Cuando entreabrió los ojos, estaba en su cuarto. Eran las siete de la mañana y debía ir al colegio. Se sentía contento. Es que aunque Toribio no lo supiera, por esa noche había salvado al mundo del miedo y del peligro.
Pero no todos eran felices, de esa noche Marisa vivía con la alegría de haberlo conocido y la pena de que el olvido no les permitiera volver a verse. Salvo en un sueño.


LA VENTANA DE ABRACADABRA
MA

Un día, mi amigo Benjamín me invitó a dormir a su campo. En el comedor de la casa vi una ventana que me llamó la atención porque me pareció distinta a las demás. Era mucho más grande, tenía los marcos de metal.
Cuando fuimos a comer, me senté frente a la ventana y vi a una persona, un hombre, a través de los vidrios muy limpios y transparentes. Pensé que estaba afuera pero luego me di cuenta de que, en realidad, estaba adentro de la ventana.
Mientras cenaba, lo seguí mirando. Él hacía cosas. De repente se largó a llover e inexplicablemente, el hombre desapareció.
Me quedé jugando al ajedrez con Benjamín hasta que se hizo de noche y nos fuimos a dormir. Mientras dormíamos paró de llover. Me desperté porque tenía sed y fui hacia la cocina. Al pasar por el comedor, miré la ventana. Vi al hombre y me asusté.
Me olvidé que tenía sed y me quedé observándolo. En un momento me hizo señas para que me acercara. Al principio dudé, pero mi curiosidad hizo que me dirigiera a la ventana. Mágicamente entré a ella. Como si no hubiera nada, el vidrio desapareció. Me sentía raro porque no sabía cómo iba a salir de allí.
Fui a conversar con el hombre y le pregunté por qué estaba encerrado en la ventana. Él me contó que había sido dueño de esa casa hacía mucho tiempo atrás y que había entrado a la ventana y había decidido quedarse allí adentro porque parecía más tranquilo y más seguro que el mundo exterior. Como estaba muy solo quería conversar con alguien, por eso me había llamado.
Lo vi tan triste y solo que le prometí visitarlo cada vez que Benjamín me invitara a la casa de campo.
Regresé a la cama y me dormí contento por la experiencia que había vivido pero no le conté nada a nadie para que no pensaran que estaba loco y sobre todo para que el hombre siguiera disfrutando de su tranquilidad.

LA NIEVE QUE SE ESFUMÓ
FBF

Un 24 de septiembre unos alpinistas comenzaron el ascenso a una montaña en Mendoza. A la mañana siguiente, Juan investigó dónde podían buscar agua y comida ya que se habían quedado sin provisiones.
Ya eran las nueve de la mañana y Juan no había regresado al refugio así que sus compañeros estaban preocupados.
Pedro decidió recorrer toda la montaña en busca de Juan. Luego de buscar y seguir buscando a lo largo de toda la tarde, lo encontró tirado sobre la nieve. Intentó despertarlo, pero no pudo. Pedro pensó que tal vez su amigo se encontraba deshidratado, ya que el sol estaba fuerte y no tenía provisiones. Decidió entonces tomar nieve y derretirla.
Preparó un pequeño fuego, tomó un vaso que tenía su amigo en la mochila de alpinismo pero al poner a calentar la nieve, en lugar de derretirse esta desapareció inmediatamente. Sorprendido, toma más nieve y lo intentó nuevamente, pero la nieve del vaso se esfumó y también la de la cima de la montaña. Cuando la nieve desapareció, también desapareció el frío y Juan abrió los ojos reanimado por el calor del sol.

NÁUFRAGO EN SOLEDAD
BC

El sol de fuego
con los ojos mirarás
y en la montaña
un río verás.

La noche se acercará
y la ciudad temblará,
porque la inseguridad acecha
como un animal.

El reloj despistado canta
la hora de despertar
pero no apartes la manta,
él se puede equivocar.

Asombroso y horroroso
es caminar por la ciudad,
pero también es hermoso
ser un náufrago en soledad.

EN COMPAÑÍA DE LA FELICIDAD
TGB

En un país cercano a Alemania, cuatro hermanos vivían entre las riquezas de los sueños y la pobreza del dinero. Deseaban tener una vida mejor, sin necesidades para no tener que pedir plata ni tener que hurtar. Querían poder estudiar como los demás niños de su edad.
Una noche, Tomás, el hermano mayor, decidió ir al cine. Para ingresar a la sala, se coló entre la fila de espectadores. Así logró ver una película.
Al terminar la función, decidió quedarse hasta que todos salieran. Cuando vio todo cerrado, se acomodó nuevamente en una butaca frente a la pantalla.
De pronto sintió el corazón palpitando fuertemente. El pecho le dolía y la cabeza le retumbaba. Sorprendido, vio que en la pantalla se reflejaba la imagen de sus padres. Vio cómo ellos morían fusilados por los nazis. Él quería gritar pero el dolor lo hizo callar.
Cuando esas horribles imágenes desaparecieron, las lágrimas caían por las mejillas de Tomás. Asustado pensó en irse, pero le dio tanto miedo lo que había visto que se quedó sentado en su butaca y esperó hasta que los dolores y las palpitaciones se fueran.
En la mañana se despertó con los ruidos de la gente que hacía la limpieza de la sala. Le dolía todo el cuerpo. Corrió con el miedo de saber que a partir de ese momento, ya no tendría más padres. Pero cuando llegó a su casa, su madre le abrió la puerta, él le explicó lo que había visto en el cine y ella lo abrazó. Le dijo que seguramente se había quedado dormido en la butaca y había tenido una pesadilla. Lo consoló hasta calmarlo. Pero algo en ese abrazo lo hizo dudar. ¿Esa mujer era realmente su madre o nuevamente estaba soñando?


CRONICAS DE UN PESCADOR
MGC

Un día lluvioso estaba en mi cantina sintiendo el ladrido de los perros cuando escuché el crujido de la puerta. Apareció un pescador de unos cincuenta años aproximadamente, de pelo canoso y barba hasta el ombligo, de ojos azules y mirada seria. Se sentó en una silla y ordenó una cerveza.
Mi curiosidad hizo que insistiera para que nos contara algo sobre él. Tomó aire y comenzó su relato:
“Yo pescaba en el muelle del Río de la Plata. En esa época, el río comenzaba a contaminarse. Me puse a pensar que sería de él debido a la contaminación, pero me interrumpió un fuerte ¡Splash!. Me sobresalté pensando que era un gran pez, pero no lo era. Me di cuenta de que había pescado algo extraño. Así que empecé a tirar de la línea y comprobé horrorizado que había pescado unos huesos que parecían humanos.”
El pescador, muy tranquilo, bebió un largo sorbo de su cerveza y continuó su relato:
“Ya me había dado cuenta de que mi cara se había puesto pálida, como cuando pasa algo que uno estuvo intentando evitar. En ese momento, saltó un monstruo más grande y negro de lo que se pueden imaginar. Un instante después, desapareció llevándose los huesos junto con mi caña de pescar.
Había mucha niebla, mucha. El río estaba tan calmo que no se escuchaba nada además del oleaje. Esa noche había llevado un arpón conmigo, así que me animé a avanzar por el río en el bote que había alquilado.
¡Splash! Otra vez escuché el mismo sonido. Después de eso el bote se balanceo hacia un costado, quedando inclinado”.
El marinero detuvo su historia para ordenar una nueva cerveza, ya que se le había acabado la primera. Tomó un largo sorbo y continuó:
“Corrí a tomar mi arpón y le apunté en cuanto lo vi. Mi tiro enganchó al monstruo al bote, y pude entonces arrastrarlo por el agua. Noté que al monstruo se le iba deshaciendo la parte de su cuerpo que se veía fuera del agua. Era como si estuviera deprimido debido a la contaminación del río. Se salían los pedazos de piel y se desvanecía poco a poco. Antes de llegar a la orilla, el monstruo ya había desaparecido por completo y por eso, el único que lo vio fui yo.”
Así finalizo su relato. Quienes lo estábamos escuchando nos quedamos asombrados. Algunos dijeron que la cerveza lo había vuelto completamente loco, pero yo sé que él decía la verdad porque su mirada me parecía sincera y además, conocida.
Me puse a pensar y recordé… Muchos años atrás, él había sido un joven marinero y yo un pequeño niño que ayudaba a mi padre en la cantina de la que hoy era dueño. Él venía siempre a tomar una o dos cervezas antes de su cacería marina y siempre lo veíamos zarpar en busca de algo “desconocido” según mi padre. Así que una vez, fui hasta el final del muelle para ver qué buscaba y entonces lo vi todo. Aunque era una noche de niebla, lo vi tratando de arrastrar hacia la orilla a un monstruo que, inexplicablemente, se deshacía.

En busca del amor
PGC

María vive en la ciudad,
el corazón de su país.
No solo busca amistad,
quiere a su gran amor encontrar.

Ella vive en soledad.
Pasan los años, avanza su edad.
La vida le pasa
y su corazón no descansa.

María sigue su camino
sin encontrar el amor.
Los días pasan
y la tristeza avanza.

Hacerse de amigos fácil no es
pero en el trabajo conoció a Marcelo.
En él no encontró el amor
pero sí mucha comprensión.

Marcelo a un amigo le presentó
y sin darse cuenta, pasó el tiempo
y de él se enamoró.
¡Por fin María el amor encontró!


LA OLA QUE MARCÓ UNA VIDA
FJG

Ellos se conocieron de chicos.
Malva era molesta,
peleaban sin cesar
y eso a Grillo lo hacia enfadar
pero contaba con su amistad.
Grillo siempre miraba el mar
porque las olas, por su forma,
creía diferenciar.
Las miraba tanto,
que las reconocía por su canto.
De pronto una tarde
una niña vio ahogándose en el mar.
Al agua se lanzó
Y, por suerte, la rescató.
Cuando se incorporó
y abrió los ojos
la extraña muchacha
a Grillo enamoró.
Le dijo que era una ola,
“su” ola y eso a él lo divirtió.
La broma le siguió
y jugando la llamó “Mariola,
mi pequeña y amorosa ola”.
Cada tarde siguieron encontrándose
mientras Grillo, desde la orilla,
la siguiera llamando.
Pero un día a Mariola
nadando la siguió
y por su travesura, él pagó.
Lamentablemente ella lo vio
y nunca más a la orilla regresó.
Grillo aún la sigue añorando
aunque creció y finalmente
de Malva se haya enamorado.

QUÉ MUNDO INFELIZ
RMG

Este pequeño poema
trata de la Tierra,
de cómo será la vida
en este planeta.

En este mundo futuro
el sol es de piedra,
el mar es de fuego
y el cielo, pura oscuridad.

La gente grita en las ventanas
los relojes cantan cuando quieren.
Es un mundo chico muy solitario
y la personas ya ni sonríen.

En este mundo todo es pobreza
la gente vive en la tristeza.
Están todos malhumorados,
parecen soldados.

En este mismo momento
yo olvido ese mundo
donde no hablan ni aman,
para poder sentirme feliz.

EL ATRAPASUEÑOS
II

Hace mucho tiempo un matrimonio de aborígenes poblaba el territorio sur de América. La mamá se llamaba Ojo de Águila y el padre, Oso Grande. Los dos tenían 29 años y sus hijos, dos y cuatro.
Ellos cuatro eran los únicos que habitaban en ese territorio en el que no había nada, excepto pesadillas. Entonces decidieron pedir ayuda a un hechicero para conseguir un atrapasueños. Así no verían más esas imágenes feas que afectaban la mente de sus dos niños.
Cuando recurrieron al hechicero, que vivía en una tribu lejana, él les dio el aparato necesario para acabar con las pesadillas, pero les advirtió que no solo les quitaría los malos sueños, sino también los buenos y lindos. A Oso Grande eso no le importó y no tuvo en cuenta la advertencia del hechicero, tampoco la tuvo Ojo de Águila, su mujer.
Así fue como se llevaron el atrapasueños a su tienda y lo colocaron arriba de las cunas. Al pasar los años, los niños crecieron sin temores porque las pesadillas dejaron de afligirlos durante la noche, pero la familia al dejar de soñar también dejó de tener aspiraciones.

EL ENIGMA DEL RÍO LIMAY
JL

Todo comenzó aquella fría mañana. Sí, lo recuerdo muy bien, Julia y yo estábamos en un bote en el Río Limay; provincia de Río Negro. En aquel amanecer había mucha niebla y todo estaba muy tranquilo. ¿Demasiado tranquilo?
Estábamos de vacaciones en una cabaña de madera, muy acogedora y habíamos rentado un bote.
Julia era una mujer hermosa, joven y alegre. Según ella, yo era muy amable, apuesto y valiente. Todo estaba de maravilla. Sigo sin comprender por qué esa semana cambiaría nuestras vidas para siempre.
Al principio, pensamos que las primeras ondas que vimos en el agua eran producto de algún ser vivo. Pero de pronto el bote volcó, dejándonos bajo el agua por completo. En ese momento lo vi. Demasiado grande para ser un pez, demasiado pequeño para ser un cetáceo. Era, sin duda alguna, un monstruo. Todo ocurrió demasiado rápido, y las cosas comenzaron a ir de mal en peor. El monstruo se acercaba hacia nosotros aunque nadábamos con todas nuestras fuerzas.
Cuando llegamos a la orilla, ya había una patrulla de policías junto con dos ambulancias. Un vecino los había llamado al ver hundirse el bote en el agua. Nos atendieron de inmediato. El policía nos interrogó sobre el accidente pero cuando le dije que un monstruo habitaba en el río no me creyó. Sin embargo, como tiempo atrás Humberto, un amigo mío, había sido hallado muerto a orillas del Limay, el policía dijo que continuaría investigando el caso y que prohibiría la entrada al río. Esto me tranquilizó un poco.
Horas más tarde, llegó Arturo, el paleontólogo más reconocido de la República Argentina, para buscar muestras en el río junto con el policía. Al día siguiente, un turista regresó al pueblo. Aterrorizado de miedo mostraba un video en el que se veía al monstruo comiendo y luego, cara a cara con el policía. Esas imágenes bastaron para convencer a todos de que en el Río Limay habitaba el ser más horrible que se pudiera imaginar.
Luego del encuentro con el monstruo, el policía huyó del pueblo pero el paleontólogo continuó su investigación en el lago. Las horas pasaban y el paleontólogo no llegaba. Tampoco Julia, quién lo había acompañado para ayudarlo en la investigación.
Mientras esperaba, comenzaron a pasarme muchas ideas tenebrosas por la cabeza. Un campesino llegó corriendo al pueblo diciendo que Julia había sido raptada por el monstruo, quién la estaba llevando hacia el interior del lago.
Desesperado pensé cómo salvarla y de tanto pensar comprendí que si el monstruo vivía en el río debía ser porque necesitaba humedad, entonces me di cuenta de que para eliminarlo había que dejarlo fuera del agua durante un tiempo.
Todo ocurrió en un santiamén. Le pedí al paleontólogo que obligara al monstruo a salir y darle un veneno, o algo que lo matara, mientras yo rescataba a Julia. Y así se hizo. No puedo encontrar palabras para explicar lo ocurrido. Fue tan horrible que jamás lo podré olvidar.
Aliviados porque el monstruo había sido exterminado, regresamos a casa pero quince meses después me enteré de la peor noticia que oí en mi vida. Cerca del Río Limay fueron encontrados unos huevos, muy pequeños para ser de un cetáceo.... demasiado grandes para ser un pez....

MÁS QUE UN SUEÑO, UNA PESADILLA
JMV

Un chico de nueve años siempre soñaba que se despertaba y nadie le hablaba. Él llegaba hasta gritarle a su mamá, pero ella tampoco reaccionaba. Se sentía triste y solo ya que nadie notaba su presencia.
Cuando estaba en una parada de colectivo, levantaba la mano para que se detuviera pero el vehículo no lo hacía. Finalmente se iba caminando al colegio. Al entrar a la clase, la maestra tomaba lista y lo anotaba como ausente, ya que no lo veía.
De pronto escuchaba una voz que pronunciaba su nombre y se despertaba.
Con el paso de los días se empezó a desesperar porque no entendía lo que le estaba pasando. ¡No sabía que hacer! Así pasaron siete días seguidos, en los que él soñó siempre lo mismo y decidió contárselo a su familia. , pero ellos le decían que sólo era un sueño y que quizás era una casualidad... pero él estaba convencido de que el sueño encerraba algo extraño.
Esa misma noche, el sueño se volvió a repetir. Cada minuto se angustió más hasta que despertó. Sintió tanto dolor de cabeza que se llevó la mano a la frente para ver si tenía fiebre pero su mano la traspasó y se topó con la almohada. Intentó tocarse el cuerpo y en su lugar sintió el roce con las sábanas. Saltó de la cama y salió corriendo hacia el baño. Fue inútil mirarse en el espejo. No lo reflejaba…
Buscó a su mamá y le gritó, pero ella siguió como si no lo viera ni escuchara. Unos minutos después se dio cuenta de que más que un sueño, estaba atrapado en una pesadilla.

RESCATE EN FRANCIA
IMM

En el año 1635, diez años después de que Porthos, Athos, Aramis y D’Artagnan se separasen, este último, ya jefe de los mosqueteros del rey, recibió una carta muy importante y confidencial. Esta decía que D’Artagnan debía reunir a sus amigos ya retirados, ex mosqueteros, para realizar una misión ultra secreta: rescatar al Duque de Buckingham.
El Duque había desaparecido al ingresar a Francia para firmar un pacto de paz con Inglaterra. El Cardenal Richelieu, causante de la separación del rey y la reina, era uno de los principales sospechosos porque no se lo había visto más desde ese hecho.
D’Artagnan decidió inmediatamente ir en busca de sus amigos. Primero encontró a Athos en una posada donde lo habían acusado de mosquetero falso. No dudó en seguir a D’Artagnan en cuanto se lo pidió.
Luego fue a buscar a Aramis que estaba en un monasterio a punto de recibirse de sacerdote, pero, ante el pedido de sus amigos, abandonó sus intereses y los siguió.
Finalmente fueron a buscar a Porthos, que estaba borracho en una taberna a la que iba todos los días. Ya no tenía ni un escudo (moneda local de Francia). Después de darle una ducha de agua fría recobró el conocimiento, reconoció a D’Artagnan y lo siguió.
Cuando ya estaban todos reunidos en la casa de D’Artagnan, éste les explicó la misión. Tenían solo nueve días para rescatar al Duque, sino Inglaterra notaría su ausencia y empezaría una guerra contra Francia. Lo primero era idear un plan para saber si había sido el Cardenal el que lo había raptado. Cuando estaban pensando muy detalladamente el plan, alguien tocó tres veces la puerta. D’Artagnan la abrió y se encontró con la señora Bonacieux, una mujer confiable y hermosa que había dejado a su marido porque había traicionado al rey al unirse al Cardenal.
La señora Bonacieux les comentó a que había ido a ver a su marido por asuntos económicos y había creído escuchar la voz del Duque en uno de los cuartos. En un momento de distracción de su ex marido fue a inspeccionar y lo vio atado junto al Cardenal que lo interrogaba a golpes en una habitación oscura.
Habiendo confirmado que el Cardenal había raptado al Duque y lo había escondido en la casa del señor Bonacieux porque vivía solo, los cuatro amigos idearon el plan en unas pocas horas.
La señora Bonacieux fue a “visitar” a su ex marido mientras D’Artagnan simulaba comprar la casa de los vecinos del señor Bonacieux.
La señora Bonacieux propuso repentinamente a su marido una reconciliación. Mientras festejaban el acontecimiento con un brindis, el señor Bonacieux se retiró de la sala porque alguien tocó la puerta. La señora Bonacieux aprovechó la ocasión para ir al cuarto donde estaba escondido el Duque. Entró y golpeó la pared tres veces. Enseguida aparecieron unos guardias, que la amordazaron y la ataron. Luego llegó el señor Bonacieux, quien sorprendido y decepcionado por la actitud de su ex – mujer, ordenó a los guardias que la dejasen en la habitación junto al duque.
Horas más tarde, D’Artagnan y los tres mosqueteros ingresaron en el canal de agua que pasaba debajo de la casa del señor Bonacieux y abrieron una compuerta que daba justo a la habitación en la que se encontraban los prisioneros. Silenciosamente entraron y los sacaron de allí.
Horas más tarde, el Duque le contó al rey lo sucedido, que el Cardenal lo había raptado y que D’Artagnan y los tres mosqueteros con la colaboración de la señora Bonacieux lo habían rescatado muy ingeniosamente.
Una semana después, el pacto de paz fue firmado y los tres mosqueteros, D’Artagnan y la señora Bonacieux, fueron recompensados con 500 escudos y una medalla de honor por sus actos. Entretanto, el Cardenal fue apresado al igual que el señor Bonacieux. Inmediatamente se comenzó a buscar el reemplazo para su Eminencia.
Gracias a D’Artagnan y a sus cuatro grandes amigos las relaciones entre Inglaterra y Francia se mantuvieron en paz.

LA MISIÓN
SMM

Habían pasado diez años luego de la última misión de los mosqueteros. Luis XIII, rey de Francia, estaba gravemente enfermo, su poder se había debilitado y la nación estaba desorganizada.
Inglaterra estaba muy fortalecida y hacía muchos años que quería apoderarse de Francia. Ese era su momento, por eso los ingleses decidieron atacar. Pero Luis XIII se enteró y envió una carta a D´Artagnan, capitán de los mosqueteros, pidiéndole ayuda. Por supuesto, lo primero que él hizo fue reunir a sus leales amigos mosqueteros.
Athos era un famoso escritor, muy feliz, que había escrito una de las mejores historias de Francia. Cuando D´Artagnan le comentó acerca de la misión, le fue muy fácil aceptar ya que vivía solo y no debía consultar con nadie.
A Porthos lo encontró bebiendo en una taberna, pero éste también se unió a la misión con mucho gusto. Por último, a Aramis, lo encontró casado con una de las mujeres más bellas de Francia, pero al ver a su amigo, aceptó con seguridad su propuesta pues extrañaba mucho su época de mosquetero. Sin embargo, para él no fue tan fácil, tardó unos días en convencer a su mujer.
Cuando la orden de los mosqueteros estuvo unida nuevamente, lo siguiente que hizo D´Artagnan fue pedir a sus amigos que enviasen cartas a todos los pueblos para que otros hombres leales se unieran a la misión. Las cartas dieron resultado, ya que después de unas semanas empezaron a llegar de diferentes pueblos, hombres valientes y dispuestos a pelear por el rey.
Luego de unos días, D´Artagnan recibió una carta de España. Esta decía que en una semana llegaría una gran parte del ejército español para ayudar en la misión porque Inglaterra era un enemigo común.
Ni bien se cumplió la semana, los españoles llegaron a Francia. El ejército estaba completo pero no era tan grande como el de los ingleses, que probablemente atacarían muy pronto. Los mosqueteros junto a D´Artagnan siguieron luchando para la corona francesa y a éstos se les unió otro mosquetero llamado Pires.
Mientras almorzaban, un soldado francés avisó a D´Artagnan que los ingleses se acercaban a lo lejos. El capitán mandó a llamar a la arquería, a toda la caballería y a la infantería para que realizaran las formaciones. Una bandera inglesa se divisaba a lo lejos junto con un sonido de tambores. La guerra estaba por comenzar.
Los ejércitos estaban preparados. Se enfrentaron, hasta que los ingleses ordenaron la retirada. La primera batalla había sido un éxito para los franceses, aunque Athos murió en ella.
Luego se batieron en otras batallas pero no todas fueron victorias para los franceses. Finalmente, los ingleses ordenaron la retirada final. Fue una de las batallas más sangrientas, pero los franceses obtuvieron la victoria.
Esa noche festejaron, pero también se lamentaron por la cantidad de muertos, entre ellos Porthos y el capitán español.
Casi al amanecer, la enfermedad de Luis XIII había acabado con él. No había ningún descendiente directo y durante un tiempo, Francia estuvo guiada por D´Artagnan y sus mosqueteros, hasta que un primo del fallecido Luis XIII, Bernardo IV, asumió el trono.

LA VENTANA DE LA BUENA VIDA
AAN

En un pequeño pueblo de un país lejano, donde los días eran húmedos, lluviosos y casi no se veía el sol, vivía un niño llamado Jonás. En este pueblo la vida era muy tranquila, tan tranquila que los habitantes ya estaban aburridos. Jonás estaba cansado de esta vida porque por las permanentes lluvias, la gente no se la pasaba trabajando y los niños no podían salir a jugar.
Pero una tarde todo cambió para el pequeño. Mientras estaba en el colegio jugando a las escondidas, se metió en una de las salas prohibidas de la escuela y se encontró con una ventana que por primera vez vio allí. Arriba de esta, observó un símbolo pintado. Le resultó familiar. Después de mirarlo un momento se dio cuenta de que era igual al que tenía en la ventana de su cuarto.
Con cierto temor acercó su mano a la pintura pero al rozarla con sus dedos, sintió una sensación extraña dentro de su cuerpo, como escalofríos y una fuerza que nunca había experimentado en su corta vida. Empezó a sentir que se debilitaba más y más hasta que se desmayó.
Al despertar, notó que se encontraba en su cuarto. A través de la ventana pudo ver la claridad del día. Se asomó y vio el sol. Sin entender mucho Jonás salió a la calle. Estaba soleado. Se asombró al ver que la vecina que tenía fama de malhumorada, lo saludó amablemente. Vio que en la plaza había chicos jugando. Entonces Jonás al sentir la emoción se puso a jugar con ellos. Después todos juntos fueron a las hamacas.
Ya se habían hecho las ocho de la noche y Jonás volvió a su casa caminando. Al entrar la mamá lo saludó y le dijo que se fuera a bañar. Mientras lo hacía, se acordó de todo lo que había vivido en el día. Se dio cuenta de que era muy raro porque habitualmente llovía y ningún niño de ese pueblo salía a jugar.
Jonás se inquietó. Recordó que antes de vivir esos extraños pero felices momentos, había tocado el mismo símbolo que ahora veía frente a él, en la ventana de su cuarto. Entonces Jonás se dio cuenta de que el símbolo concedía los deseos y por eso deseó cosas buenas para sus vecinos así la gente de su pueblo viviría una vida más feliz.

DIFÍCIL MISIÓN
MO

Transcurría el año 1635. Francia estaba gobernada por Luis XIII y Ana de Austria. D´Artagnan, jefe de los mosqueteros, se enteró por medio del rey de que Ana había sido secuestrada y que él debía rescatarla en no más de dos semanas. De no ser así, la reina correría peligro. Nadie sabía quién había mandado la carta por medio de la cual el rey se enteró del secuestro. A pesar de esto, D´Artagnan al leerla, supo que habían sido los ingleses porque típico de este pueblo, el estilo de la letra era menos gótico que lo normal.
Diez años atrás, D´Artagnan había ayudado a la reina encontrando unos botones de oro que el rey le había regalado. No había logrado solo esta hazaña, lo había hecho con la ayuda de tres grandes amigos: Aramis, Athos y Porthos. Esta vez también los buscaría para que lo ayudaran. Además, contaba con el apoyo del anterior jefe de los mosqueteros, el Señor Tréville, con quien mantenía una gran amistad. Este había dejado su mando solo para que D´Artagnan lo obtuviera.
A causa del poco tiempo que tenía, D´Artagnan fue en busca de sus amigos. Buscó a Tréville en el Palacio de Louvre. Se encontraba allí con el rey. Tras contarle lo ocurrido, el ex jefe aceptó rápidamente. Sólo faltaban sus tres amigos.
Marcharon hacia la catedral de Saint- Etienne en busca de Aramis, un joven teólogo y gran creyente. Lamentablemente no lo encontraron. Viajaron luego, hacia la famosa taberna de Marsella, en busca de Porthos, un hombre apostador y amante del buen vino. Lo encontraron jugando. D´Artagnan no podía creer haberlo encontrado sobrio. Al saludarlo, Porthos se sorprendió tanto que dejó de jugar y le contó que había ganado millones doblando apuestas. Por eso, al enterarse del secuestro de la reina, no solo aceptó sino que también se ofreció a cubrir los gastos.
D´Artagnan recordó que Aramis había sido bautizado en una capilla de Marsella. Partieron hacia allá. Lo encontraron en la entrada donando alimentos a los pobres. Exclamaron su nombre. Aramis giró y al ver a sus amigos, salió rápidamente en su encuentro. Les contó que trabajaba con Athos y que al día siguiente podrían partir.
Llegada el alba en Marsella, partieron hacia Londres. Al llegar, el Señor Tréville entró con ropa civil en busca de ropa para el resto de los acompañantes. Al regresar con ropa adecuada para todos, los jóvenes se internaron en Londres. Entraron en el palacio real con el pretexto de aportar información sobre un grupo que intentaba rescatar a la reina francesa. Afortunadamente los dejaron entrar. Esto confirmaba que los ingleses habían sido quienes la habían secuestrado.
Los guardias los guiaron hacia el escondite del secuestro. Los mosqueteros actuaron con indiferencia mientras se dirigían hacia el escondite. Lamentablemente, los ingleses tenían un cómplice francés, el cardenal Richelieu. Este los reconoció y decidió atacarlos para que no quedasen testigos de su traición al rey. Pero los experimentados mosqueteros lo vencieron y salieron ilesos.
Era de noche cuando escaparon con la reina. Nadie más que ellos habría logrado esa hazaña en la oscuridad.
Llegaron a Francia, donde fueron aclamados. Cada uno recibió su recompensa. Porthos recibió los doblones perdidos, Aramis recibió dinero para arreglar la capilla y al igual que Athos también dinero para ayudar a los pobres. Pero D´Artagnan recibió la mejor recompensa: casarse con su prometida la Señora Bonacieux, la dama de compañía de la reina Ana, de quien se había enamorado diez años atrás.

LA RISA DEL DIABLO
PP

En un país de Europa había dos pequeñas ciudades que competían económicamente. Por esta razón decidieron construir una catedral cuyas cúpulas fueran las más altas del mundo.
Cuando la obra iba a comenzar, los arquitectos plantearon que esto sería imposible porque los elementos para la construcción no iban a alcanzar y además una cúpula tan alta corría el riesgo de caerse. El intendente y los senadores discutieron sin encontrar una solución. Una hora después, los senadores decidieron que los arquitectos se arriesgaran. Ellos aceptaron porque su pago sería mejor que el que les habían propuesto inicialmente.
Al día siguiente, cuando todos creían que la construcción iba a continuar, la mayoría de los arquitectos desapareció y, en consecuencia, la construcción estuvo parada por unos días.
Un 23 de julio, por la mañana, aparecí en cada una de las ciudades. Les ofrecí a los senadores quinientos obreros para retomar la obra. Después de reunirse y debatirlo, estos aceptaron aunque con inquietud porque no entendían cómo conocía sus necesidades.
Así fue como la construcción comenzó en cada ciudad. Todo iba bastante bien pero con el paso de los días a los senadores comenzó a llamarles la atención el aspecto extraño de los obreros. Constantemente miraban hacia abajo y no pronunciaban una sola palabra. A pesar de esto, el trabajo lo hacían bien.
Uno de los senadores, intrigado, reunió información sobre estos hombres y descubrió que tenían antecedentes penales y lo que resultaba más escalofriante, sus legajos decían que estaban muertos hacía setenta y cinco años.
Pasados unos días, reaparecí en cada ciudad para pedir mi recompensa a cambio del favor realizado. Solo quería las tres almas más puras de la ciudad. Los senadores se sorprendieron pero inmediatamente me propusieron a tres sacerdotes. Los pobladores se enojaron porque no querían perderlos.
La gente del pueblo empezó a sospechar de mí. Solo un demonio podía recibir almas puras a cambio de un beneficio concedido. Jajajaja ¡Y cuánta razón tenían!

UN SUEÑO INESPERADO
SPI

Una chica de doce años llamada Delfina vivía con su amiga Mariana en una casa humilde. Ninguna de las dos tenía padres.
Una noche mientras dormía, Mariana soñó que sufría un ataque al corazón y su amiga llamaba a emergencias pidiendo ayuda. Al día siguiente, le contó a Mariana el sueño que había tenido y ella le dijo que no se preocupara.
Delfina tuvo el mismo sueño durante siete días seguidos. Se sentía angustiada, preocupada, pero sobre todo confundida. Temía que el sueño finalmente se hiciera realidad. Entonces decidió ir a ver a un psicólogo. Estuvieron hablando bastante tiempo y ella le contó lo que le pasaba.
Luego de conversar se sintió más aliviada, pero esa misma noche el sueño se repitió. Sin embargo, esta vez en el sueño aparecía un hombre vestido de blanco, que sonriente le protegía el corazón con sus manos.
A la mañana siguiente, Delfina le comentó a su amiga lo que había soñado. Esa misma noche su pecho comenzó a dolerle. Mariana al escuchar las quejas, la llevó al hospital y allí decidieron operarla. Al despertar, el médico le resultó conocido, su cara le era familiar. Así descubrió que ese hombre era su ángel guardián que se le aparecía en sueños.

LA PREMONICIÓN DE LOBO FEROZ
FPH

Hace mucho tiempo, cuando los indígenas poblaban América, había una pareja que tenía dos hijos. Uno de ellos tenía catorce años. Era un joven de pelo negro, con una piel oscura y se caracterizaba por su fuerza. El otro hijo tenía nueve años y si bien físicamente era muy parecido a su hermano, él no se caracterizaba por su fuerza, sino por su inteligencia y astucia. Los padres llamaron Lobo Feroz al hijo mayor por su fuerza y rapidez y al menor, Zorro Colorado por su inteligencia y astucia.
Ellos vivían en una gran aldea, rodeada de montañas y un lago que los proveía de agua. El padre era el cacique de la tribu. Era un buen líder y un gran guerrero. Su mujer, se dedicaba a la agricultura y a la alfarería.
Un día, por la mañana, Lobo Feroz contó a su familia que había tenido una horrible pesadilla. En ella, aparecía una tribu que incendiaba y atacaba a su gente. Nadie lograba sobrevivir a ese ataque. La mamá trató de calmarlo y le dijo que olvidara esa pesadilla.
Pero durante las mañanas siguientes, el chico despertó atormentado por el mismo sueño. Lobo Feroz estaba muy asustado. Sentía que ese sueño repetido podría ser una premonición.
Un día, Zorro Colorado propuso conseguir un atrapasueños para que las pesadillas no pudieran ingresar a la toldería y su hermano solo tuviera lindos sueños.
El Cacique escuchó el sabio consejo de su hijo y mandó fabricar ese aparato, capaz de lograr alivio para su primogénito. Una vez que consiguió el atrapasueños, la mamá lo colgó en la puerta de la carpa de su hijo y el cacique ordenó a cinco guardias que lo custodiasen todas las noches.
Una tarde, el atrapasueños cayó al piso. Cuando la mamá intentó levantarlo, ella se dio cuenta de algo extraño… El aparato pesaba mucho. Sorprendida, llamó a su familia. Ellos no comprendían qué era lo que estaba sucediendo. Zorro Colorado les dijo que esto podría significar que esa noche sería la noche del gran ataque. La noche de las pesadillas de Lobo Feroz.
El cacique confió en su hijo, mandó a juntar a los hombres de la tribu y escondió a las mujeres y niños en una cueva lejana. Los guerreros se prepararon, reunieron las armas y se ubicaron en diferentes posiciones de ataque.
Al igual que en el sueño, a medianoche aparecieron los hombres de otra tribu con antorchas y con lanzas, listos para quemar la aldea. Pero los guerreros escondidos en las montañas, alrededor de la aldea, al escuchar el grito de guerra del cacique comenzaron a tirar sus lanzas y flechas a los enemigos. Agarrándolos desprevenidos, mataron a varios de ellos. De las carpas salieron más guerreros y con sus lanzas y cuchillos mataron al resto. Así fue como lograron salvar a su gente y evitar que la aldea fuera incendiada.
Esa misma noche, hicieron un banquete para festejar el triunfo y homenajear a los hijos del cacique.
A partir de ese día, cada vez que Lobo feroz tenía un mal sueño, todos prestaban atención a la premonición porque esta sucedía. Pero esa es otra historia…

DE UN SUEÑO A LA VIDA REAL
TBR

Una noche, Sebastián, un joven de veinte años estaba en su casa mirando televisión cuando se quedó dormido.
Mientras dormía profundamente, soñó que estaba en un tembloroso lugar. No veía nada pero escuchaba aullidos de lobo y sonidos de búho. Sebastián trataba de buscar la salida con la poca luz de la luna en cuarto menguante. Justo en ese momento sonó el despertador, eran las siete de la mañana. Sebastián tuvo un día cotidiano, a pesar del mal sueño.
A la noche siguiente, volvió a soñar lo mismo pero ahora la luna que lo alumbraba estaba en cuarto creciente. Él estaba muy asustado. Pero en ese sueño, entre las tinieblas y la escasa luz reconoció que estaba en un cementerio. Había comenzado a explorar lentamente el lugar cuando nuevamente volvió a sonar el despertador. Asustado y deslumbrado, se levantó. Todo era un simple sueño.
La noche siguiente volvió a tener el mismo sueño pero esta vez, en aquel lugar se escuchaban gritos horripilantes y ensordecedores de mujer. Parecía como si la estuviesen apuñalando. Sebastián corrió hasta alejarse de aquellos gritos. Corrió y corrió hasta que tropezó con una lápida. Al caer se golpeó la cabeza con el mármol y se desmayó. Cuando recuperó el conocimiento, con la luz de la luna llena, leyó que en una de las lápidas estaba escrito su nombre. Se sentía vacío, como si no tuviera nada dentro de él.
Despertó sobresaltado y asustado. Salió de la casa bruscamente y corrió hasta toparse con un cementerio. Para su asombro era el mismo cementerio de sus sueños. Sebastián sorprendido recorrió todo el lugar y se encontró con un grupo de personas enterrando un ataúd. Era su familia rodeando una tumba, lamentándose y llorando.
Cuando se acercó a su madre para abrazarla, la traspasó. Volteó para leer el nombre que estaba escrito en la lápida y con horror vio que era el suyo.

LA EXTRAÑA MONTAÑA
IR

Estaban sin agua dos alpinistas profesionales en la montaña Craska, un argentino llamado José y Manuel, un español. Ambos tenían treinta años. Se cuenta que lo único que necesitaban era la bebida, ya que con el oxígeno y la comida, se venían manejando bien.
Los dos se encontraban en medio de la montaña, tan sedientos y afectados por la falta de agua que pidieron ayuda, pero nadie podía alcanzar esa altura debido a la avalancha que había ocurrido ese mismo año, en el mes de julio.
La prefectura estaba planeando emprender un proceso de rescate en helicóptero para rescatarlos, pero este proceso se veía obstaculizado por las condiciones climáticas.
Por la radio, los alpinistas habían mencionado, que en la montaña estaban sucediendo cosas muy extrañas. Contaron que ellos habían intentado derretir la nieve para beberla, pero esta desaparecía y que por las noches escuchaban llantos. Sentían que no eran los únicos allí, escuchaban pasos y veían huellas en la nieve que de pronto desaparecían. Los hombres de prefectura no comprendían muy bien y no sabían si creerles o pensar que estaban afectados por la falta de agua.
Pasaron los días y el clima fue mejorando. El proceso de rescate se puso en marcha. En el helicóptero iban unos policías y médicos que se dirigieron hacia la montaña. Los alpinistas enterados de esto, ya que afortunadamente la radio funcionaba, hicieron señales de humo para ser localizados. Así fue como pudieron ser ubicados. El helicóptero descendió y a través de una fuerte escalera, los hombres pudieron salir de la nieve.
Inesperadamente, debido a una fuerte ráfaga de viento, el piloto perdió el control del helicóptero y este comenzó a tambalearse y a bajar en dirección a la nieve. Milagrosamente, después de unos minutos, los conductores lograron recuperar el control de la máquina. Una vez que retornó la calma, los hombres vieron desde arriba extraños símbolos dibujados sobre la nieve. José, tomó una hoja y los copió.
Luego de unos días de estar a salvo en sus casas, el alpinista argentino, intrigado con estos signos decidió averiguar sobre ellos. Empezó a leer libros y documentos sobre diferentes montañas. De repente encontró un artículo sobre la montaña Craska, lo leyó y descubrió que había un rumor entre los habitantes de la zona, que creían que esa montaña estaba embrujada por espíritus de unos alpinistas que años atrás habían muerto en el intento de llegar a la cima.
Así José se dio cuenta que realmente no habían estado solos y creyó entonces que la nieve desaparecía porque los espíritus de los escaladores pretendían que ellos dejaran la montaña antes de llegar a la cima porque ellos nunca lo habían logrado.

LA ESTRELLA FUGAZ
MR

Raúl, un chico de once años, vivía en una casa con muchas ventanas grandes y chicas pero para él había una ventana que era muy especial porque cada vez que miraba a través de ella, imaginaba que vivía en un mundo medieval, con dragones y caballeros. Todo lo que él vivía, lo transformaba imaginariamente en personajes y cosas del medioevo: los árboles eran castillos, las plantas eran las casas de los vasallos, las nubes eran dragones que cruzaban volando el cielo.
Una noche, cuando Raúl estaba mirando por la ventana, una estrella fugaz cruzó el cielo y esa misma noche se hizo realidad todo lo que él había imaginado.
Al principio le gustaba vivir en la época medieval. Le gustaba su nueva vestimenta, dormir en enormes castillos y sobre todo tener una espada. Pero después, cuando aparecieron los dragones y empezaron a destruir todo, Raúl sintió mucho miedo y se puso a pensar cómo podía hacer para regresar a su vida anterior. Entonces se acordó de que había empezado a tener esta vida mientras miraba por la ventana pasar una estrella fugaz. Por lo tanto, debía encontrar una ventana parecida para poder regresar.
Ese mismo día Raúl se encontró con un chico llamado Matías. Se pusieron a conversar y Raúl le contó que no tenía dónde dormir. El niño le dijo que podía dormir en su castillo. Raúl aceptó la invitación y fueron hacía allí. Matías le mostró el lugar para que no se perdiera.
A la noche mientras todos estaban durmiendo, Raúl se despertó y empezó a caminar por los pasillos. De repente le pareció oír la voz de su mamá. A cada paso que daba, la escuchaba más fuerte. La voz lo condujo hacia una puerta. La abrió y se encontró en una habitación vacía.
Allí solo había una ventana. Raúl miró a través de los cristales y sin saber cómo, se encontró en su casa con la vida que tenía antes. Decidido a no atravesar más ese umbral, tapió esa extraña ventana para siempre.


LOS ENAMORADOS
BSR

Durante la Segunda Guerra Mundial,
en la ciudad de Hiroshima,
Toshiro y Naomi
se hicieron grandes amigos.

Ellos se amaban
aunque al comienzo lo ignoraban.
En los recreos se miraban
y en silencio se acercaban.

El verano llegó
y las vacaciones comenzaron.
Por un tiempo se separó
la pareja de enamorados.

Los niños alejados estaban
y sus corazones se extrañaban.
Poemas de amor para Toshiro
Naomi escribía desconsolada.

Una bomba cayó
e Hiroshima destruyó.
Cuando la guerra estalló
muchas vidas aniquiló.

Toshiro, desesperado,
buscó al amor de su vida.
Pero era muy tarde,
Naomi estaba malherida.

Aunque hizo mil grullas
para salvarle la vida,
el muchacho lloró
pues su amor no despertó.

Han pasado los años
y Toshiro aún la recuerda.
Continúa haciendo grullas
para en su corazón mantenerla.

DESCUBRIENDO A UNA GRAN MUJER
SV

Un chico al que llamaban Grillo,
conoció a una ola llamada Mariola.
Era tal la admiración que él sentía
que esperaba su visita todos los días.

Malva, su vecina y amiga,
de su nuevo amor celos tenía.
A dejarlo solo se resistía,
al ver que por ella nada sentía.

Mariola adviritió al niño que no la siguiera
pues peligro correría,
Él desoyó la advertencia
y casi perdió la vida.

Malva desesperada,
vio a Grillo manotear en el agua.
Pidió ayuda a sus hermanos,
que sano y salvo lo sacaron.

A partir de ese entonces,
muchas olas Grillo vio pasar,
pero a ninguna quiso alcanzar
y con Malva se quiso quedar.

EL SECRETO DE JAVIER
JIV

Javier, un amigo mío, me comentó que le sucedió algo tan extraño que ni él lo podía creer, pero yo le creo y se los voy a contar....
Un viernes muy especial, el último día de clases, Javier volvía del colegio, cuando de pronto le cayó en la cabeza un libro que decía “Top Secret” en la tapa. Se lo llevó a su casa y en cuanto llegó a su cuarto, mi amigo cayó en su cama tumbado por el golpe que había recibido y por la luz del sol que lo cegaba.
Despertó, después de un rato, confundido. Estaba en un mundo extraño, diferente al nuestro, con otro estilo de vida y lleno de magia. En ese momento Javier pensó que estaba loco, pero no, eso ocurría realmente y lo peor de todo es que no sabía cómo volver a su mundo de verdad.
Entonces comenzó a correr desesperado, hasta que tropezó con dos personas, una niña y un niño. Se llamaban Flor y Fede y tenían su misma edad, catorce años. Le contaron que su mundo se llamaba “Abracadabra” y le mostraron sus hechizos. Javier no salía de su asombro. Por un momento se había olvidado de una cosa, pero pronto recordó que debía contarles a sus padres lo sucedido.
Flor y Fede le dijeron que si contaba dónde había estado, los adultos querrían apoderarse de “Abracadabra” y que usarían su magia para el mal. Entonces, él les prometió guardar el secreto de su aventura, siempre y cuando Javier pudiera usar esa magia en su mundo.
Flor y Fede aceptaron y de pronto, de un segundo al otro, Javi estaba sano y salvo en su cuarto. Y adivinen que... era la misma hora, minuto y segundo en las que se había dormido.

La vida del adolescente
PB

En la adolescencia estoy
y cada vez más rebelde soy.

Para fiestas permiso me dan
pero hasta muy tarde no me puedo quedar
porque a casa debo llegar
si no mis papás me retarán.

Cuando a una fiesta voy
mucha emoción me da,
pero me siento nerviosa
porque gente de otro lugar hay.

En la adolescencia estoy,
y cada vez más rebelde soy.

Cuando mi mamá me reta
siento mucha timidez
pero al rato estoy mejor
ya que mi ánimo cambió.

Cuando hago algo mal
y delante de gente estoy
mucha vergüenza me da
porque me empiezan a cargar.

En la adolescencia estoy,
y cada vez más rebelde soy.

Desearía más libertad
pero esto exige responsabilidad.
¡La adolescencia es divertida
pero hay que saber vivirla!

RUMORES DEL LAGO
MDC

Una tarde en el lago Faguano, al sur de Tierra del Fuego, mi novio Juan y yo fuimos a pasear en bote. A mí me daba miedo porque había rumores de que un monstruo merodeaba por allí. Juan decía que era mentira, pero yo estaba espantada con la idea.
Ya en el lago, empezamos a charlar de nuestras cosas cuando de pronto empezaron a producirse olas y el bote se balanceó. Sentimos que algo lo rozaba. ¿Será una piedra?- nos preguntamos.
De repente... ¡Splash! Nuestra embarcación se dio vuelta y caímos al agua. Juan nadó hasta la orilla desesperado, yo me quedé atorada. ¿Qué era lo que me sujetaba? Mis piernas estaban enredadas en una planta acuática. Pataleé desesperadamente porque me estaba quedando sin aire. Empecé a adormecerme por la falta de oxígeno cuando sentí que algo me rozaba las piernas. Miré hacia abajo vi borrosamente un monstruo del color del lago. Sus dientes grandes, afilados y amarillos me causaron pánico. Su cuerpo verde y gelatinoso, de tamaño grande, me produjo temor y pensé que me iba a atacar pero cuando noté sus verdes ojos que me miraban con ternura, me tranquilicé. Sin embargo, bastó que abriera la boca para que esa tranquilidad desapareciera. Tanto temor sentí que me desmayé.
Cuando desperté estaba en la orilla. Ignoraba quién me había salvado pero al salir del agua, vi a la enorme bestia que se alejaba velozmente. ¡Ese asqueroso monstruo me había salvado la vida!
Me quedé temblando de miedo por lo que pudo haberme sucedido. No sé cuánto tiempo pasó hasta que comenzó a juntarse gente a mi alrededor. Eran los habitantes del pueblo que se habían enterado por Juan del hundimiento de la embarcación.
Los habitantes del pueblo fueron a atacar al monstruo. Yo traté de explicar lo que había sucedido en realidad pero con actitud soberbia no me quisieron escuchar. De todos modos, aunque tenían lanzas, barrotes y piedras, no lograron hallar al monstruo.
Al día siguiente volvieron a reunirse con intención de retomar la búsqueda. Nuevamente quise explicarles lo que yo había vivido, pero no, tampoco me escucharon.
De pronto vi que algo salía del agua…¡Plaf! Era la enorme bestia. Me acerqué a ella, vi sus adorables ojos y lo toqué. Se lo veía asustado, seguramente por toda la multitud que nos rodeaba. Les dije a todos que permanecieran en silencio y en sus lugares. El monstruo se tranquilizó porque pudo comprobar que yo no lo quería dañar, solo quería comprobar delante de todos los campesinos que él no era más que una enorme bestia por fuera, pero por dentro era un monstruo tierno y dulce.
Todos quedaron impactados por la actitud del monstruo, no podían creer que no nos hiciera daño. Le pusieron de nombre “Salvador”, por haberme salvado la vida y desde entonces es el guardián del lago.

EL SUEÑO DE UN FANTASMA
VFC

Una joven de veinticinco años tuvo un sueño que se repitió por varias noches: ella aparecía caminando por la calle y de pronto la atropellaban. Quedaba un poco inconsciente pero alcanzaba a ver a un camionero que se le acercaba para ver cómo se encontraba. Al llegar a su lado y verla tendida en el piso, este salía corriendo rápidamente.
Al día siguiente la chica salió a caminar y se detuvo en un calle porque algo le resultó conocido. Vio el camión de su pesadilla. Observó a un grupo de personas que parecía estar mirando algo con sorpresa. Sintió curiosidad y se acercó.
Un intenso frío le corría por la sangre. Se asustó y tuvo un mal presentimiento. Vio que la gente que rodeaba a un cuerpo tendido en el asfalto parecía no verla ni escucharla. Ella no entendía por qué aquellas personas la ignoraban.
De pronto, un hombre que estaba rodeando el cuerpo se dio vuelta y la joven lo reconoció. Allí estaba su padre, llorando sin consuelo. Ella se le acercó para preguntarle por que lloraba y pudo reconocer también a su madre. Intentó abrazarla para contenerla, pero su madre tampoco sintió aquel abrazo.


EL RESCATE
MGF

En 1635, cuando Inglaterra y Francia eran rivales, un hecho misterioso ocurrió. La reina de Francia, Ana de Austria, casada con Luis XIII, desapareció misteriosamente aunque se le hacía creer al pueblo que estaba enferma.
El rey mandó a llamar a D´Artagnan, capitán de los mosqueteros, y le encomendó la misión de encontrarla. Para eso debía reunir a sus antiguos compañeros.
A Aramis, ya un hombre de unos cuarenta años, lo encontró en la Iglesia “Santa Paula”, ya que siempre había querido ordenarse como sacerdote y estaba estudiando para eso.
Luego encontró a Porthos, joven de unos treinta y seis años, quien continuaba siendo inquieto y optimista. Era un hombre que gozaba de los placeres de la vida, así que D´Artagnan lo halló en una taberna jugando a los dados.
Finalmente encontró a Athos, de cuarenta y cuatro años. Varias veces había sido acusado injustamente de impostor, por lo cual estaba en prisión. Allí se había dedicado a la lectura y se transformó en un profundo pensador.
Los cuatro amigos, muy alegres por reencontrarse nuevamente pero angustiados por la desaparición de la reina Ana, empezaron la búsqueda. El rey le había dicho a D´Artagnan que tenía la sospecha de que su esposa estaba en Inglaterra con el duque de Buckingham, ya que ellos en el pasado habían tenido un romance.
Los mosqueteros se dirigieron hacía allí en busca de la reina. Cuando llegaron al palacio preguntaron por James, el duque de Buckingham. Al rato apareció y D´Artagnan se acercó a hablarle. El capitán le contó todo lo sucedido, pero el duque juró que no estaba con ella. Se mostró sorprendido y angustiado, y les dijo a los mosqueteros que los ayudaría a buscarla. Los amigos se sorprendieron por la noticia y se inquietaron porque no sabían en dónde más buscarla, pero no se rindieron. El duque, preocupado, pensó recordó que el rey Edwuard últimamente había estado extraño, como si escondiera algo.
Unos días después, todo seguía igual. El duque y los mosqueteros seguían preocupados porque no hallaban rastro alguno de la reina. Pero James tuvo que ir a la cárcel de los prisioneros del rey para firmar allí unos papeles y vio a lo lejos a una mujer forcejeando con los barrotes y gritando. Creyó que era Ana y trató de pasar los calabozos para acercarse, pero los guardias no se lo permitieron. Entonces corrió hacía donde estaban los mosqueteros, les contó lo sucedido y se les ocurrió una idea…
Al día siguiente comenzaron su plan. El duque regresó al palacio y le comentó que había un hombre en el puente de Londres rodeado de una multitud y gritando barbaridades sobre él. Insistió en que deberían encarcelarlo porque esos comentarios podrían perjudicarlo. En ese momento, se abrió la puerta del salón donde conversaban y apareció Porthos disfrazado de mendigo, con unos guardias tomándolo de los brazos. Enseguida, el rey le ordenó al duque que lo arrestara. Hasta ese momento el plan había funcionado bien.
Al cabo de unas horas llegaron Porthos y James a la cárcel del rey. A Porthos lo habían puesto en una celda sin ventana, lejos de donde estaba la señora. Fingió no tener aire y gritó para que lo trasladaran. Consiguió lo que deseaba y al cabo de unos minutos, una voz femenina pronunció su nombre. Porthos reconoció la voz, era su Majestad, que se encontraba en un calabozo vecino.
Esa misma noche, los mosqueteros acudieron a la prisión y luego de enfrentarse con los guardias, pudieron liberar a su amigo y a la reina. Se dirigieron a caballo hasta el puerto y regresaron victoriosos a Francia. El rey los premió con una fiesta y les regaló tierras.

La edad del pavo
JG

Mi infancia está terminando
y mi adolescencia está llegando.
Me dicen que en la edad del pavo estoy
y que muy rebelde soy.

Cuando con mis amigas a una fiesta voy
siento entusiasmo, nervios y emoción.
Conozco a nuevos amigos
en medio de una gran diversión.

En los chicos no dejo de pensar
pero al mismo tiempo debo estudiar.
Muchos retos los adultos me dan
porque no logro aprobar.

Sola en la calle no puedo andar.
Temprano a casa debo llegar
porque si me distraigo para jugar,
mis papás me retarán.

Si te ponés a pensar,
en la edad del pavo hay
muchas cosas por realizar.
¡La edad del pavo es para disfrutar!

VENTANA HACIA EL RECREO
MJ

Timoteo era el chico nuevo de la escuela y en su primer día de clase fue a recorrerla con su nueva amiga Karina. Ella en un momento tuvo que irse porque tenía clases y Timoteo fue a la biblioteca que no estaba en muy buen estado.
Mirando los libros que se encontraban en un estante alto, vio unos rayitos de luz que se asomaban por detrás de una fila de libros. Tomó una escalera, subió los escalones hasta llegar al estante y al mover varios libros pudo ver una ventana que tenía en su ángulo superior una piedra brillante. Lleno de curiosidad, la tocó e inmediatamente se sintió mareado y los ojos se le cerraron.
Al abrirlos notó que ya no estaba en la biblioteca, se encontraba en otro mundo que le resultaba desconocido. Sintió miedo y a la vez curiosidad por recorrer el lugar.
En aquel mundo, las casas eran de cristales de colores y los habitantes eran criaturas extrañas. Tenían patas de canguro y de la cintura para arriba eran idénticos a los hombres. Esa criaturas se llamaban walabys.
Timoteo quiso comunicarse con aquellos seres para averiguar en dónde estaba, pero los walabys no le dieron una respuesta porque no era como uno de ellos. Al parecer odiaban a los desconocidos, por eso empezó una cacería dirigida hacia él.
Huyó desesperado hacia un pantano donde encontró una cueva en la que se escondió. Allí también estaba escondido un sapo humano, un animal que tenía cabeza de hombre y cuerpo de sapo. Le preguntó cómo podía salir de ese lugar y el sapo humano le dijo que tenía que encontrar una piedra brillante en alguna ventana de ese mundo.
Con mucho cuidado, acompañado por el sapo, fueron hacia el camino en busca de alguna casa con ventana.
En el camino apareció una gran casa de tres pisos, llena de ventanas de todo tipo. Decidieron entrar por la puerta trasera, de esa manera era más seguro. Buscaron en el primer piso y observaron una por una todas las ventanas, pero ninguna tenía la piedra. Subieron al siguiente piso pero allí tampoco la encontraron. Entonces decidieron subir al tercer piso pero la puerta que conducía allí estaba cerrada. Buscaron la llave y la encontraron colgada en un ganchito demasiado alto para ellos.
De pronto una araña gigante y negra con manchas naranjas se asomó por la otra puerta y se ofreció a acercarles la llave si la dejaban subir con ellos. Timoteo le agradeció la ayuda y le pidió que se apurase porque el sapo había visto por la ventana que los canguros se acercaban.
La araña le dio una llave, Timoteo abrió la puerta y rápidamente buscó la ventana con la piedra brillante. Luego de mirar cinco ventanas notó los rayitos de luz que se veían a través de una de ellas y emocionado reconoció la ventana que tanto buscaba. Tomó la piedra cerró los ojos y dijo “Chau”. Al abrirlos estaba en la biblioteca con un libro abierto entre las manos. Una ilustración mostraba a los walabys, al sapo humano y a la araña negra con manchas naranjas.
Escuchó el timbre y Karina lo vino a buscar. Dudó si todo lo sucedido había sido un sueño o la realidad, y por eso prefirió no contárselo a nadie y guardar el secreto para él, como un tesoro.

La adolescencia, una linda edad
CM

Llega la edad del pavo
que es en la que estoy.
Siempre hago todo al revés.
Me retan en chino y hasta en japonés.
A veces me siento muy rara
y de cualquier cosa me río,
también lloro seguido
y no sé muy bien por qué.
Me siento con más libertad
pero a la vez con más responsabilidad.
Conozco a muchas personas
y con ellas empiezo una amistad.
Me dan alegría y diversión,
escuchan mis problemas
y me dan su opinión.
Por eso me siento mucho mejor.
¡Y así es que feliz estoy!


LA ESPERANZA DE NAOMI
AM

Mejores amigos de la vida,
Toshiro y Naomi así crecían.

Toshiro viajó a Miyashima
porque a sus abuelos visitaría.

Naomi en Nagasaki se quedó
y la bomba atómica ahí explotó.

Toshiro volvió a la ciudad
y a Naomi visitó en el hospital.

Naomi su muerte le anticipó,
pero Toshiro no le creyó.

Con papeles se esperanzó
y cien hilos con grullas entrelazó.

Naomi las mil grullas le pidió
y Toshiro las terminó.

Pero el regalo no funcionó
y Naomi de todos modos, murió.

Amargas lágrimas él derramó,
ya que Naomi nunca más despertó.


¿SUEÑO O REALIDAD?
MPyM

Francesca, una niña de diez años, vivía en un pueblo llamado Sanieata, al norte de Salta. Ella vivía con su madre. A su papá nunca lo había visto.
Un día soleado salió a vender pastelitos a una plaza. Un rato después, se aburrió y se fue a su casa en bici. A la mitad del camino, la niña cayó de la bici y un hombre la vio y se acercó. La llamó por su nombre y le preguntó si estaba bien. Ella se quedó sorprendida, no entendía como podía saber su nombre.
En ese momento se despertó y se dio cuenta de que todo había sido un extraño sueño. Pasaron cuatro noches seguidas y a la quinta ya se lo había olvidado.
Un sábado a la mañana cuando se levantó, su madre le había dejado en la mesa un plato con pastelitos para que fuera a venderlos a la plaza. El día estaba soleado. Cuando llegó a la plaza, sintió que esos momentos ya los había vivido pero no le dio importancia a ese sentimiento.
Cuando terminó de vender todos los pastelitos, regresó en su casa en bicicleta. De pronto, se cayó y un hombre que la llamó por su nombre, se acercó para preguntarle cómo estaba. Ella recordó el sueño y le preguntó quién era y él le dijo que era su papá.
Ella salió corriendo para su casa y en el camino se desmayó. Al despertar estaba en su cama. Su madre estaba a su lado, le preguntó qué había estado soñando. Francesca buscó en la habitación a su padre, pero solamente estaban ellas dos....

UNA ANÉCDOTA INSÓLITA
MJP

Mi nombre es Felipe y soy un hombre tranquilo y viajero. Si creen que los monstruos no existen, empiecen a pensar lo contrario porque yo he visto a uno. Les contaré como pasó esta anécdota tan insólita.
Era una tarde del año 2002 cuando conseguí que mis padres me dejaran ir de viaje con mi novia. Ella se llamaba Bernardita, era alta, su pelo era tan dorado como el sol y sus ojos parecían zafiros luminosos, pero tendía a enojarse.
Nos fuimos al lago Fagnano, en el sur de Tierra del Fuego. Era un lugar muy arbolado, con alerces, pinos y demás coníferas. Parecía muy tranquilo y desolado. Había rumores de que había un ser tenebroso que merodeaba por el lago y ¡Cronch!, se comía a la gente que allí navegaba.
Ni Bernardita ni yo creíamos esa historia, por eso nos embarcamos sin ningún temor. Estábamos muy bien en el bote cuando, de golpe, sentí un roce. Le comenté a mi novia, pero ella me dijo que lo estaba imaginando. No había terminado de decir esas palabras cuando ambos vimos que se formaban olas grandes, como si estuviéramos en el mar. El bote comenzó a inclinarse del lado de mi novia, nos abrazamos y ¡splash!, nos caímos al lago. ¿Qué nos habría tirado al lago? ¿Sería el ser tenebroso del que hablan los lugareños?
No sabíamos por qué no se nos había ocurrido llevar chaleco salvavidas. El agua no estaba limpia y el lago era bastante profundo.
Pasó algo inesperado. Algo nos rozó y nos arrastró hasta la orilla. No sabíamos que era, pero hacía sonidos raros “¡Roar! ¡Arf! ¡Grrr.!” ¿Quién habría de ser nuestro salvador sino era una persona?
Reaccionamos con mucho miedo. No podíamos respirar bien y teníamos agua sucia en los ojos, que nos ardían. Bernardita, al llegar a la orilla, se adentró en el bosque, sin saber que el tenebroso monstruo era una especie de anfibio y podía sobrevivir en la tierra. De pronto escuché un grito de mujer y luego un suspiro. Miré hacia arriba y vi a una criatura horrible.
Era un monstruo de patas palmeadas y algunas escamas. Sus dientes eran filosos, sus ojos eran rojos y su boca tenía olor a pescado. Por suerte, al lado estaba mi novia, que me dijo que el monstruo no le había hecho daño y que era amistoso.
Para promocionar el lugar, que era muy hermoso y era una pena que muy pocas personas lo visitaran, repartimos folletos con fotos del monstruo. Proponíamos paseos por el lago para conocer al monstruo “amigo de los enamorados”. El lugar de pronto se convirtió en un paseo obligado para las vacaciones y frecuentado por muchas parejas de novios.”


Iniciando la adolescencia
MSD

¡En la adolescencia estoy
y muy caprichosa soy!

Cuando me invitan a una fiesta
mi corazón despierta,
porque va a ser divertido
conocer a nuevos amigos.

¡En la adolescencia estoy
y muy caprichosa soy!

Libertad querría tener
pero más madura debo ser.
Responsabilidad me exigen
para ser independiente de una vez.

¡En la adolescencia estoy
y muy caprichosa soy!

No puedo salir a bailar
y una vez traté de escapar,
pero todo me salió mal
y sola en casa tuve que estar.

¡En la adolescencia estoy
y muy caprichosa soy!

UNA VENTANA HACIA EL BOSQUE
MS

En la ciudad de Buenos Aires, en una casa grande, vivía una niña de ocho años llamada Paula. A ella le gustaba dibujar y pintar con témperas.
Un día se había quedado sola en su casa mientras su madre conversaba en lo de una vecina y decidió dibujar en uno de los vidrios de la ventana de su cuarto. Después de un rato pudo verse sobre el vidrio un bosque grande con flores, un camino largo y también una niña.
De repente, Paula sintió un aire fresco y un rico perfume floral. Una felicidad enorme la invadió, pero no sabía por qué. Extrañada, miró a su alrededor y se asustó porque no reconoció el lugar donde se encontraba.
Comenzó a caminar y encontró a una ardilla. Se le acercó pero esta retrocedió. Ella empezó a investigar el lugar. Descubrió muchos árboles y clavado en el tronco de uno de ellos, encontró un papel que decía que había una flor, un clavel, que hacía que la persona que la tocara no pudiera salir de allí.
La ardilla la acompañó por todo el camino y cuando Paula ya estaba cansada se sentó en un campo con muchas flores. Sin darse cuenta se sentó sobre el clavel y tocó la misteriosa flor. La ardilla le dijo que se fuera rápido, antes de que el efecto se realizara. Ella sintió un temblor que le recorría el cuerpo y comenzó a correr.
Llena de nervios imaginó que la salida de ese mundo debía parecerse a la entrada, entonces en un papel que le dio la ardilla y con un pincel y un pomo de témpera que tenía en el bolsillo, Paula dibujó su casa y una niña.
Cuando terminó de pintar, cerró los ojos y al abrirlos, ya se encontraba en su hogar.

MISIÓN POR LA REINA
IV

Era lunes 24 de mayo de 1635. D´Artagnan, capitán de la Orden de los mosqueteros hacía mucho tiempo que no veía a sus fieles amigos pues ya se habían ido del ejército. Pero ese día, D´Artagnan recibió la orden del rey de reunirlos para cumplir una misión ultra secreta: encontrar a la reina que había desaparecido hacía unos días, aunque el rey Luis XIII le había dicho al pueblo que estaba enferma para que no se inquiete. Eran tiempos políticos muy difíciles.
Apenas recibió la orden, D´Artagnan fue a buscar a sus amigos: Porthos, Aramis y Athos.
En el camino vio a alguien que se le hizo familiar. Se fue acercando a donde estaba el hombre y le tocó el hombro. Este se dio vuelta y era Porthos. Estaban los dos muy alegres por el reencuentro. Se pusieron a hablar y D´Artagnan le comentó la misión. Porthos se sintió muy emocionado y aceptó sin dudar.
Siguieron juntos el viaje hasta que en un campo vieron a Athos. Los dos fueron corriendo a abrazarlo y a contarle de la misión. Athos dudó un poco, ya que en ese lugar había encontrado paz y tranquilidad, pero finalmente aceptó. Los tres subieron a sus caballos y se fueron.
Cuando llegaron a París, solo faltaba buscar a Aramis. Recordaron que él quería ser cura, entonces recorrieron todas las Iglesias hasta que en una de ellas, lo encontraron rezando. Aramis se emocionó al verlos y a pesar de estar muy ocupado con sus estudios, no dudó en ayudar a sus compañeros.
D´Artagnan decidió ir a buscar también a la señora Bonacieux, que era la mano derecha de la reina y por lo tanto conocía todos sus secretos. Quizás ella tuviera noticias de su Majestad. Al llegar a su casa, ella les comentó que había recibido una carta escrita por la reina, pero no entendía muy bien qué decía:

Fuentes, palomas, torres. Tañido de campanas.
Ana

Al leerla, los mosqueteros se dieron cuenta de que era un mensaje en clave y empezaron a pensar en qué lugar estaría la reina de acuerdo a las pistas que daba la breve carta. Aramis se acordó de que en la Iglesia llamada “San Benedito Luis” había una fuente más grande que la de otras Iglesias y que la última vez que había estado allí le había llamado la atención la presencia de gente misteriosa.
Aramis le contó a los mosqueteros y ellos decidieron ir a ver. Julie también quería ir, pero D´Artagnan le dijo que era muy peligroso. Los mosqueteros pensaron que el único modo de ingresar a la Iglesia era disfrazados de monjes y como Aramis era sacerdote, pudo conseguir las sotanas.
Una vez vestidos de sacerdotes, fueron a la capilla que Aramis les había mencionado. Apenas llegaron, identificaron los elementos que la reina señalaba en el mensaje.
La Iglesia tenían unas torres muy altas con campanas que sonaban muy fuerte para avisar que había misa. En el patio de la Iglesia, había una fuente de mármol blanco como las nubes y montones de palomas estaban en el patio comiendo las migas de pan que les arrojaban los sacerdotes.
Porthos vio una extraña luz en la torre y enseguida pensó que allí podría estar la reina. Entonces decidieron subir a buscarla. Uno de los mosqueteros se quedó en el parque, haciendo guardia y el resto subió por las escaleras.
Al subir se encontraron con guardias que intentaron detenerlos. Eran muchísimos y estaban armados con espadas y pistolas. Porthos, el más fuerte de los mosqueteros, fue herido en el brazo y trató de seguir subiendo las escaleras pero no pudo más del dolor, así que Aramis debió ayudarlo. Mientras tanto D´Artagnan y Athos llegaron hasta la puerta de la celda donde se encontraba la reina.
Estaban tan seguros de que allí se encontraba que no dudaron en romper la cerradura con la pólvora de sus pistolas. Tras el humo de la explosión vieron que la reina corría a sus brazos.
Athos sacó de entre sus ropas un traje de sacerdote y pidió a su majestad que se lo pusiera. Así disfrazada, pudieron llevarla al palacio sin despertar sospechas. Allí se encontraron con el rey, quien luego de abrazar a su esposa agradeció a los mosqueteros su fidelidad a la corona y los premió tocando su hombro con la espada y nombrándolos “Caballeros” en ese mismo instante.

(PRODUCCIONES DE ALUMNOS DE 7° GRADO PUBLICADAS EN LA ANTOLOGÍA LITERARIA DEL COLEGIO LOS ROBLES 2007)
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